Conclusión 

La investigación-acción es un término que abarca diversas estrategias utilizadas para mejorar la práctica educativa, se caracteriza por identificar estrategias de acción implementadas, seguidas de observación, reflexión y cambio. Es considerada un instrumento generador de cambio social y conocimiento educativo, proporcionando autonomía y empoderamiento.

Se presentan varias definiciones de investigación-acción, como por ejemplo Elliott (1993) que la define como un estudio de una situación social para mejorar la calidad de la acción en ella.

Kemmis (1984) que nos dice que la investigación-acción no sólo se constituye como ciencia práctica y moral, sino también como ciencia crítica. Para este autor la investigación-acción es una forma de indagación autorreflexiva realizada por quienes participan (profesorado, alumnado, dirección, etc.). 

por otra parte, tenemos a Lomax (1990) definiéndola como una intervención en la práctica profesional con la intención de ocasionar una mejora.

Podemos incluir también una definición que consideramos bastante completa por parte de Bartolomé (1986) la cual es: “la investigación-acción es un proceso reflexivo que vincula dinámicamente la investigación, la acción y la formación, realizada por profesionales de las ciencias sociales, acerca de su propia práctica”.

Lo que nos lleva a recordar y resaltar el significativo triángulo de Lewin, que nos dicta los tres aspectos fundamentales para nuestro desarrollo profesional, los ya mencionados: investigación, acción y formación.