Yo fui profesora de Literatura, entre otras cosas, en este colegio, y siempre supe que el teatro, casi tan viejo como la humanidad, proporcionaría a mis alumnos un mundo de ensoñación.

Para quienes interpretaban, meterse en la piel de un personaje imaginario suponía vivir la experiencia de otras vidas y experimentar otros sentimientos; desprenderse de la timidez y superar el miedo al qué dirán; disfrutar, al compás del público, de ese momento mágico que une a intérpretes y espectadores.

Y así empezó todo. Primero fueron pequeñas obras de teatro para niños como actividad de aula. Alguien se acordará de EL FANTASMA DEL CASTILLO. Tan bien nos salió que la representamos, por primera vez, en el salón de actos, con decorados de papel pero con una ilusión inmensa.

A partir de ese momento, el teatro pasó a convertirse en algo esencial en las actividades del colegio. Y fueron representaciones ambiciosas donde se mezclaban dicción, música y baile. Todos, profesores y alumnos, nos sentíamos involucrados. Jamás fallaba nadie. Todo el mundo respondía porque todos éramos uno.

ANNIE - 7 NOVIAS PARA 7 HERMANOS - LA VERBENA DE LA PALOMA - SONRISAS Y LÁGRIMAS…y un sinfín de obras en las que, cada vez, eran mayores los desafíos.

Hemos superado muchas dificultades y hoy, el teatro sigue vivo en El Buen Pastor. Os invito a la representación de la obra que preparamos en este momento: ELOÍSA ESTÁ DEBAJO DE UN ALMENDRO, maravillosamente divertida, en la que podréis reconocer a profesores, compañeros, antiguas alumnas, tan queridas para mí, y nuevos amigos sin los que sería imposible llevar a cabo este proyecto.

Me siento afortunada por el privilegio de que formen parte de mi vida. Y, en nombre de esa lealtad, sólo puedo decir:

¡La función va a comenzar!

¡ARRIBA EL TELÓN!


Pilar Moreno Quirós