Huerto Escolar

CONTINUAMOS CON ECUAHUERTO...

El IES Castuera se sitúa en plena comarca de la Serena, conocida mundialmente por ser la capital del queso. Nos situamos en una zona rural, donde el cultivo de los huertos que tradicionalmente sembraban nuestros antepasados, han dejado paso a verduras y hortalizas que adquirimos en los distintos mercados y que tienen una característica en común, su poco sabor. Por estas dos razones: la desaparición de los huertos de nuestros campos y la pérdida de calidad que sufren estos alimentos cuando los adquirimos procedentes de mega invernaderos, surge la idea de plantar nuestro propio huerto en el instituto. 

Este proyecto se inició el curso pasado y este año se retoma por varios profesores de distintos ciclos formativos dentro del programa Red Escuelas Emprendedoras. 

Este programa pretende impulsar “proyectos transformadores que mejoran el entorno creando ideas con valor social como marco de intervención para identificar retos locales e implementar objetivos globales a escala local” según recoge la instrucción 13/2023. Además, las ideas que surgen dentro de este programa se conectan al reto de los ODS, y dentro de los ODS el huerto escolar queda ligado a varios de los objetivos marcados en la Agenda 2030.

El primero de los objetivos que nos marcamos los partícipes de este proyecto es llevar a cabo una Educación de Calidad (ODS 4). El huerto escolar es una forma de aprendizaje que a través de la cooperación, solidaridad, espíritu investigador o la autonomía, intenta despertar entre el alumnado el espíritu emprendedor.

El primer paso en nuestro huerto fue eliminar las malas hierbas que tenía el terreno, y para ellos nuestros alumnos seleccionaron las mejores herramientas y trabajaron como un equipo para llevar a cabo esta labor.

Otro de los propósitos que nos marcamos en nuestro Ecuahuerto es el Aprovechamiento del Agua (ODS 6). Si por algo se caracteriza nuestra zona es por la escasez de lluvias y la aridez de sus terrenos. Conocedores de los estragos que está ocasionado el cambio climático en nuestros campos, y el bien más que necesario que es el agua potable, no podíamos desaprovechar un recurso natural tan escaso

Para ello los alumnos del 2º curso de IEA instalaron un canalón que nos permite reconducir el agua de las canales del tejado hacia un depósito. Con las abundantes lluvias caídas en el mes de marzo, este depósito se llenó de inmediato, lo que nos permite regar hoy nuestro huerto. Además el riego se lleva a cabo por es sistema de goteo, siendo así más eficientes y aprovechando aún más este recurso.

Siguiendo con la importancia que tiene en nuestro tiempos el aprovechamiento de los recursos naturales y la obtención de energía renovable, contamos en nuestro proyecto con una placa solar, lo que nos permite recoger la energía suficiente para poner en marcha nuestro riego automático por goteo, así conseguimos reducir las emisiones de CO2 (ODS 7 Energía Asequible y No Contaminante).

Como no puede ser de otra manera nuestro huerto escolar nos trajo consigo conocer la importancia de contar con un Trabajo Decente (ODS 8).

Antes de todo, poner en marcha y cuidar un huerto requiere de ciertos conocimientos: conocimientos científicos, conocimientos agrónomos, conocimientos económicos, conocimientos laborales, conocimientos electrónicos, conocimientos biológicos…

Los alumnos aprendieron no sólo la labor del hortelano, si no que pusieron en marcha los conocimientos adquiridos en el aula, como son los trabajos relacionados con instalaciones eléctricas para el funcionamiento del riego; la valoración económica de poner en marcha una actividad empresarial o el cálculo de beneficios o pérdidas de esta actividad; también se pusieron en práctica los conocimientos relacionados con los entornos seguros de trabajo; así como el acceso a servicios financieros comprometidos con un crecimiento económico sostenido e inclusivo; por último trabajaron la importancia de contar con un hotel para insectos, insectos polinizadores que ayudan a la germinación de las plantas y que combaten las plagas de una forma natural (ODS 15 Vida de Ecosistemas Terrestres).

Cabe destacar que con los trabajos  llevados a cabo en el huerto se fomenta la convivencia de toda la comunidad educativa. En ocasiones a lo largo del curso no llegamos a conocer a todo los alumnos que integran nuestro centro, ni tampoco la forma que tienen de relacionarse otros profesores con sus propios alumnos. Con el huerto escolar se consigue trabajar el ODS 10 Reducciones de las Desigualdades. En una comunidad educativa cada vez más multicultural, con alumnos de distintas nacionalidades, es importante fomentar la igualdad de todos independientemente de su sexo, raza o religión y el trabajo colaborativo ayuda a sociabilizar mejor.

Otros dos ODS que conseguimos conocer con nuestro proyecto son: ODS 11 Ciudades y Comunidades Sostenibles, y el ODS 12 Producción y Consumo Responsable.

Con un ecohuerto se consigue concienciar a todos de la importancia que tiene cuidar a los seres vivos, así como todo el trabajo que tiene detrás conseguir productos de calidad y ecológicos. Nosotros utilizamos abonos naturales conseguidos con nuestra propia compostera y gracias al estiércol que nos facilitan ganaderos de la zona. Es importante conocer los beneficios que tiene una correcta gestión de la basura y residuos que generamos en nuestros hogares. 

Por otro lado, nuestros alumnos conocen todos los costes y materiales necesarios para emprender esta actividad. Calculando el coste de producción, hemos podido debatir si el precio al que compramos estos alimentos a los distintos productores es justo o no. 

Y por último trabajamos el último objetivo marcado por la Agenda 2030, el ODS 17 Alianzas para lograr objetivos. Ya que la unión de los distintos, alumnos y profesores, cada uno de un ciclo formativo, hizo posible que nuestro huerto fuese una realidad y nos ayudó a ser mejores compañeros y personas comprometidas con nuestra comunidad.

En conclusión podemos decir que el proyecto nos ha servido para ser un centro comprometido y responsable con nuestro entorno.

Un puente entre generaciones

Los huertos escolares son espacios de aprendizaje y crecimiento excepcionales, donde los jóvenes aprenden a desarrollan valores como la responsabilidad, el trabajo en equipo y el respeto por el medio ambiente.

En este escenario educativo, el papel de las personas mayores es fundamental. Su amplia experiencia y conocimiento sobre la agricultura, heredado de generaciones anteriores, son un tesoro incalculable que enriquece enormemente la experiencia en el huerto.

Los huertos pueden ser un escenario perfecto para compartir historias y leyendas relacionadas con la agricultura, la naturaleza y el ciclo de la vida.

Al involucrar a las personas mayores en los huertos escolares, estamos creando un espacio de intercambio cultural e intergeneracional que beneficia a todos los participantes. Los jovenes aprenden valiosas lecciones de vida y se conectan con sus raíces, mientras que las personas mayores encuentran un espacio para compartir su sabiduría y sentirse valoradas por la comunidad.

En definitiva, los huertos escolares se convierten en un escenario único donde se cultivan no solo alimentos, sino también valores, tradiciones y un profundo respeto por la naturaleza y la historia.