En caso de utilizar sistemas de climatización, debemos controlar la temperatura. Lo ideal es una temperatura de 21ºC o menos en invierno y de 26ºC en verano. En caso de que no esté nuestra mano el control del termostato, podemos solicitar ayuda a mantenimiento para poder adaptar la temperatura y optar por un mayor ahorro energético.
Dependiendo de la época en la que nos encontremos, haremos uso de persianas, ventanas, puertas, etc. para evitar cualquier pérdida en la climatización, bien sea para mantener el calor o para refrigerar el ambiente.