En cuanto a la forma, el texto argumentativo está compuesto por una serie de párrafos que guardan relación lógica entre ellos, pueden ser introductorios, de desarrollo y de cierre. Al igual que todo texto, debemos considerar las propiedades textuales de adecuación (contexto comunicativo y tipo de argumentación), coherencia (orden lógico) y cohesión (conectores y organizadores textuales). Los párrafos y las oraciones que los componen, generalmente, están articulados con conectores y organizadores, sobre los que pueden consultarse varias clasificaciones, como Martín y Portolés (1999), Calsamiglia y Tusón (2002), Briz (2008) y Errázuriz (2014). Al final del documento, se incluye el listado de textos (libros, noticias, archivos audiovisuales, imágenes, etc.) que fueron referenciados a lo largo del texto argumentativo.