El término STEM apareció por primera vez en 1990 en Estados Unidos. Fue creado por The National Science Fundation como un acrónimo de Science, Technology, Engineering y Mathematics con el que se hacía referencia de forma general a eventos, políticas, proyectos o programas alusivos a estas áreas (Bybee, 2013).
STEM es un enfoque educativo que le permite a los estudiantes vivir experiencias de aprendizaje activo e integrar diversas áreas de conocimiento a fin de desarrollar competencias para la vida y conectarse con las dinámicas y desafíos del contexto local y global.
propone un tipo de aprendizaje basado en proyectos, eminentemente práctico, en el que el trabajo cooperativo resulta fundamental y que fomenta la autonomía y la capacidad de toma de decisiones del alumnado.
Es importante aplicar una perspectiva de género, fomentando vocaciones científicas y tecnológicas entre las chicas, de manera que tengan referentes científicos que les amplíen la mirada a la hora de escoger sus estudios o definir su carrera profesional.
Favorece igualmente el desarrollo del pensamiento crítico, la adopción natural del método científico y resulta, sobre todo, un reflejo del carácter interdisciplinar de cualquier ámbito profesional presente en la sociedad.
Los makerspaces son entornos físicos de trabajo donde se aprende y trabaja con un enfoque esencialmente constructivista. Promueven el aprendizaje de grupo, mediante el uso compartido de materiales, materias primas, dispositivos tecnológicos, aplicaciones informáticas, etc. Suponen en ese sentido un espacio idóneo para aplicar la tecnología STEAM en el aula y en el currículo.
Los estudiantes de hoy requieren desarrollar habilidades para una sociedad eminentemente tecnológica y poder desenvolverse de forma competitiva en el nuevo mercado laboral. Algunas profesiones tradicionales van a sufrir impactos muy importantes y quizás algunas desaparezcan. Sin embargo, nuevos horizontes de conocimiento se visualizan ya que demandan nuevos docentes y estudiantes con habilidades y competencias para el siglo XXI. La forma en que hemos visto y entendido la educación escolar no puede ser la misma y debe adaptarse urgentemente a estas nuevas condiciones.
Razonamiento
Análisis
Toma de decisiones
Solución de problemas
Claridad por transmitir ideas
Capacidad de escucha
Respeto
Flexibilidad
Técnicas de creación
Capacidad de observación
Actitud positiva frente al fracaso
Uso y gestión de la información
Análisis y producción de multimedia
Pensamiento computacional