Presentación

Parece que, desde que nacemos, nuestro futuro, lo que nos debe gustar, lo que debemos decir y lo que debemos ser está unido a nuestro género. Claro que cada uno tiene la elección, pero se nos condiciona hacia un lado u otro. Eso se debe a que la sociedad discrimina según si eres mujer u hombre. Sucede lo mismo con la enseñanza y los puestos de trabajo pues, aunque nosotros tengamos la opción a decidir, nuestras figuras más cercanas nos dicen que debemos hacer o estudiar porque se considera que está más relacionado con hombres o con mujeres. Esto no tiene ningún sentido ya que todos somos iguales y tenemos las mismas opciones, aunque a veces no se demuestra.

Parece que las mujeres estamos destinadas a ser invisibilizadas y a no triunfar. Sin saber cómo, por muchas mujeres que haya en carreras de letras, los hombres son los que lideran instituciones como la RAE o el Tribunal Supremo.

No es que las mujeres no sean suficientemente buenas en sus profesiones, si no que, por alguna razón, los hombres tienen más fácil conseguir el éxito profesional que las mujeres. Excusas como que la mujer fallará en su trabajo si se queda embarazada son las que impiden el avance a las mujeres.

El concurso Wisibilízalas (que nosotros hemos convertido en un proyecto de la asignatura de Lengua Castellana y Literatura) nos permite conocer más sobre mujeres que trabajan en el campo tecnológico y no son valoradas como se merecen.