Santoral
Semana de la unidad:
He comprendido que mi bienestar sólo es posible cuando reconozco mi unidad con todas las personas del mundo, sin excepción. Leon Tolstoi
Para la reflexión
Mi zapato, tu zapato, nuestros zapatos. Un lugar en el mundo
Reflexión vocacional para ayudar a reconocer el lugar que debemos ocupar, si estamos atentos a las necesidades de los demás, para hacer un mundo mejor.
En esta historia aparecen diferentes momentos y situaciones, aquello que nos apasiona y nos encanta nos lleva tiempo, aquello que nos apasiona y nos gusta no nos deja hacer otras cosas. También hay personas muy capaces de descubrir las necesidades de los otros. ¿Crees que tú eres una de ellas?
En la vida, según crecemos, vamos descubriendo nuestro sitio, nuestro lugar en el mundo, nuestra capacidad de hacer Reino, de hacer un mundo mejor, es lo que los cristianos llamamos Reino de Dios.
Para ello, necesitamos ver las necesidades de los otros, dónde podemos hacer más falta, en qué puedo mejorar nuestro entorno o lugares lejanos.
En estos años de estudio, de trabajo en la escuela, no sólo aprendes, también estás descubriendo qué quieres ser, a qué te quieres dedicar, cuál es el mejor lugar de tu vida para hacer mejor el mundo, la vida de los demás, para ayudar a otros.
Me pregunto...
Vamos a reflexionar en silencio:
Y tú, ¿qué hubieras hecho en esta situación? ¿Qué hubiera pasado si te encontrases algo interesante, que te apetece tener y aparece perdido?
¿Detrás de qué actitudes, objetos, situaciones "se te va la vista", te quedas habitualmente mirando?
En la situación del vídeo, una vez perdido un zapato, ¿qué significa que le haya lanzado el otro zapato?
¿Eres capaz de desprenderte de cosas imprescindibles? ¿Y de tu propio tiempo para otra persona?
¿Cuál crees que es "tu lugar en el mundo"? ¿Qué te gustaría ser -que no, sólo, estudiar-? ¿Con quién? ¿Dónde?
¿Qué crees que será de tu vida en un año, en cinco, en diez años?
Oración
Padre bueno, padre de todos:
cada mañana recibimos el encargo de hacer este mundo mejor,
nuestra sociedad mejor
nuestra ciudad mejor, nuestro pueblo
nuestra región o nuestro país.
Queremos que nos ayudes a descubrir nuestro lugar en este mundo,
dónde y de qué manera podemos hacer más habitable, más agradable,
cuidado y valioso para todos.
Queremos que nuestro mundo sea solidario, ecológico, justo, sano.
Queremos ser parte de este proyecto de construcción de tu Reino, de la vida de todos.
Ayúdame a descubrir qué quiero ser.
Gracias. Cuento contigo.
Capital de Gracias
Esta semana podemos ofrecer a nuestro capital de gracias nuestros esfuerzo para traer el Reino de Dios a nuestra familia, nuestros amigos, nuestros compañeros. Le pedimos a María, que nos sintamos unidos, al amparo del Espiritu Santo.
Consagración a la virgen
Oh Señora mía, oh madre mía, yo me ofrezco enteramente a ti.
En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame, defiéndeme y utilizame como instrumento y posesión tuya.
Amén.
Lector: REINA DE LA FAMILIA Y MAESTRA DEL HOMBRE NUEVO
Todos: ¡Ayúdanos en la misión!