De este divino Corazón manan sin cesar tres arroyos: el primero es el de la misericordia para con los pecadores, el segundo es el de la caridad, del tercer arroyo manan el amor y la luz para sus amigos ya perfectos, Santa Margarita María.

• ¿Pedro dice la verdad la primera vez que dice que ha visto al lobo?

• ¿Qué pasó cuando vino el lobo de verdad?

• ¿Qué aprendió Pedro?

Querida Madre, tú enseñaste a Jesús a ser buen niño y decir la verdad, yo con tu ayuda y la de todos los que me quieren también lo haré.

Ofrecemos, esta semana, como capital de Gracias, nuestro último esfuerzo, el último empujón del curso.

Oh señora mía, oh madre mía, yo me ofrezco enteramente a ti.

En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos,  mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.

Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame,  defiéndeme y utilizame  como instrumento y posesión tuya.

Amén.

• Lector: REINA DE LA SALUD

• Todos: ¡RUEGA POR NOSOTROS!