Continuamos esta semana celebrando el 2º Hito de la Historia de Schoenstatt. 

Bárbara Kast nació en Alemania, pero emigró con su familia a Chile de bebé. Allí conoció el movimiento de Schoenstatt, y Bárbara comenzó a pedirle a la Mater que la iluminara para encontrar su misión específica dentro de Schoenstatt. El 8 de diciembre se entregó definitivamente a Dios y al Movimiento, como lo dice en su diario. «Me incorporo Mater, en este momento, para siempre a la Familia de Schoenstatt, porque sé que en ella has dado una respuesta al mundo de hoy. Su vida será ahora mi respuesta al mundo de hoy. Su vida será ahora mi vida, al igual que su destino».

Bárbara, al igual que José Engling y el propio padre Kentenich, supieron seguir el ejemplo de María, aceptando sin reservas la voluntad de Dios. Supieron decir que sí. 

• ¿Hay que ser valiente para decir que sí?

• ¿Recuerdas alguna vez que te habría gustado haber sido más valiente? A lo mejor podrías haber defendido a un amigo, o a lo mejor deberías haberle pedido a alguien que te dejara en paz...

Querido Jesús: a pesar de su juventud, Barbara Kant logró con tu ayuda seguir el ejemplo de María y buscar cumplir tu voluntad.. Me gustaría ser capaz de decir que sí cuando tú lo quieres. Permíteme escucharte. Amén.

Ofrecemos al Capital de Gracias la reflexión y el trabajo de esta semana, pedimos por la familia de Schoensttat. Queremos dedicar hoy 10 minutos de oración a solas para hablar con Jesús y con María, en la capilla, en mi cuarto delante de una imagen…

Oh Señora mía, oh madre mía, yo me ofrezco enteramente a ti.

En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos,  mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.

Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame,  defiéndeme y utilizame  como instrumento y posesión tuya.

Amén.

• Lector: REINA DE LA FAMILIA Y MAESTRA DEL HOMBRE NUEVO

• Todos: ¡Ayúdanos en la misión!