“En ellos (en la familia de Schoenstatt) repercuten mi ser y mi vida,

Deciden su aflicción o acrecientan su dicha”. P.J.K 

A los 13 años, José comenzó el Seminario. Allí las clases eran muy difíciles, aunque aprendería mucho. José era muy buen estudiante y así fue pasando de curso en curso. 

José es ordenado Sacerdote a los 25 años en Limburgo, Alemania.

Su madre preparó un fiesta e invitó a mucha gente. ¡Qué fiesta tan bonita, al fin su hijo era sacerdote! 

Dos días después, celebró su primera misa y su mamá le regaló una cruz. 

Cuando ya era sacerdote descubrió un santito en donde se veía un niño ofreciéndole su corazón a la Virgen María. José se imaginó que ese niño era él. José guardó ese secreto durante mucho tiempo. Había hecho una alianza con la Virgen María.

• ¿A vosotros os gustan las fiestas? 

• ¿Cómo os sentís cuando vais a una fiesta? 

• ¿Qué le regaló su mamá? 

Ayúdame, Señor, a aprovechar cada oportunidad que se me presente para entregar lo mejor de mí, y a ser consciente de que mi vida, lo que hago y lo que no hago, repercute en los demás.

• Pidamos hoy al P. Kentenich que, por su intercesión, podamos sabernos y sentirnos hijos amados de Dios para ser corresponsables, solidarios, creativos y emprendedores…

Oh Señora mía, oh madre mía, yo me ofrezco enteramente a ti.

En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos,  mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.

Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame,  defiéndeme y utilizame  como instrumento y posesión tuya.

Amén.

• Lector: REINA DE LA FAMILIA Y MAESTRA DEL HOMBRE NUEVO

• Todos: ¡Ayúdanos en la misión!