16 de noviembre

5º y 6º Primaria

curso 2023 - 2024

Santoral

Frase del día: Semana de la tolerancia

Nada resulta más atractivo en un hombre que su cortesía, su paciencia y su tolerancia. (Cicerón)

Para la reflexión

EL CUENTO DE LA CEBOLLA

    

Buenos días a todos:

Había una vez un huerto lleno de hortalizas y árboles frutales. Daba gusto sentarse a la sombra de los árboles a contemplar aquel paisaje y escuchar el canto de los pájaros.

Un día empezaron a nacer unas cebollas especiales. Cada una tenía un color diferente: rojo, amarillo, naranja, morado... Los colores eran deslumbrantes, como el color de una mirada o de un bonito recuerdo. Después de algunas investigaciones, resultó que cada cebolla tenía dentro, en el mismísimo corazón (porque también las cebollas tienen su corazón), una piedra preciosa. Esta tenía un topacio, la otra un rubí, la de más allá una esmeralda...

Pero por alguna incomprensible razón se empezó a decir que aquello era peligroso, inadecuado y hasta vergonzoso. Total, que las bellísimas cebollas tuvieron que empezar a esconder su piedra preciosa con capas, cada vez más oscuras y feas, para disimular cómo eran por dentro. Hasta que empezaron a convertirse en unas cebollas de lo más vulgar.

Pasó entonces por allí un sabio, que gustaba sentarse a la sombra del huerto y que sabía tanto que entendía hasta el lenguaje de las cebollas y empezó a preguntarles: ‐¿Por qué no eres como eres por dentro?

Y ellas le iban respondiendo:

‐Me obligaron a ser así...Me fueron poniendo capas... incluso yo me las puse para que no me dijeran... Algunas cebollas tenían hasta diez capas y ya casi ni se acordaban de por qué se pusieron las primeras. Y al final el sabio se echó a llorar. Y cuando la gente lo vio llorando, pensó que llorar ante las cebollas era propio de personas inteligentes. Por eso todo el mundo sigue llorando cuando una cebolla nos abre su corazón. Y así será hasta el fin del mundo.

Me pregunto...

Oración

Al comenzar el nuevo día, te pedimos nos ayudes hoy; que nos ayudes a evitar todo lo que no nos haga crecer como personas.

Que sean buenas nuestras palabras, nuestras miradas y sentimientos. Que sean buenas nuestras acciones, y el fondo de nuestro corazón.

Así, cuando se ponga el sol y llegue de nuevo la noche, podremos darte gracias por todo. Gloria a Dios, Padre del cielo, gloria a su Hijo Jesús y gloria al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.

Capital de Gracias

Podemos ofrecer ofrecer a nuestro Capital de Gracias en esta semana nuestros intentos de superar las barreras de la indiferencia, de los prejuicios y del odio, para construir la civilización de tu amor, a imitación de María.

Consagración a la virgen

Oh Señora mía, oh madre mía, yo me ofrezco enteramente a ti.

En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos,  mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.

Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame,  defiéndeme y utilizame  como instrumento y posesión tuya.

Amén.