Soñar es de valientes    

Es hora de reflexión y de examen general para todos. Además de los exámenes y controles, convendría que pensáramos si en verdad nos hemos esforzado durante este curso que termina. Los puntos que podemos mirar son: el esfuerzo y el trabajo, el compañerismo y la aceptación de las personas, el comportamiento en la familia...

Si nos damos una buena nota podremos descansar tranquilos, de lo contrario habría que hacer alguna recuperación y aprovechar un tiempo del verano para la reflexión y la mejora.

¿Qué nota me pongo en compañerismo? ¿y en generosidad? 

Padre del cielo,
que nos acompañas cada día igual que el primero, ¡ya se acaba el curso!

Lo que hemos aprendido, nuestro trabajo, nuestro cansancio,
nuestras dudas, fracasos y éxitos…
¡Te lo regalamos de todo corazón!

Gracias por todo lo que hemos descubierto y por cómo hemos crecido en estos meses…

Te pedimos por cada uno de los profesores que nos han enseñado, por los nuevos amigos que hemos hecho, por los compañeros, … Bendícelos a todos.

Que acertemos en nuestras decisiones
y el mundo pueda beneficiarse de esta educación individualizada y paciente.

Finalmente, que en las vacaciones que pronto empezarán podamos descansar
y seguir aprendiendo de otra manera,
siempre bajo tu mirada y contigo, el totalmente fiel Compañero, Maestro y Padre.
Amén.

Ofrecemos, como capital de Gracias, nuestro último esfuerzo, el último empujón del curso. 

Oh señora mía, oh madre mía, yo me ofrezco en todo a ti.

En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos,  mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.

Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame,  defiéndeme y utilízame  como instrumento y posesión tuya.

Amén.