“Si eres fuerte, sé también misericordioso, de forma que tus vecinos puedan respetarte y no sólo temerte.”QUILÓN DE ESPARTA 

SABER COMPRENDER A LOS DEMÁS

Cada uno de nosotros es distinto a lo demás. Cada uno tiene su forma de ser, de actuar, de pensar, de mirar... somos distintos. Por eso, para poder convivir con los demás en necesario saber comprender a los otros Y RESPETARLOS.

Te invito hoy, pensar en qué somos diferentes cada uno de la clase.

DEJAMOS UNOS SEGUNDOS PARA PENSARLO Y HACEMOS UNA PUESTA EN COMÚN.

Pues bien, no hay dos personas en nuestro mundo que seamos iguales. Aunque seamos iguales físicamente, que los hay, nuestra forma de ser, los valores que tenemos... hacen que seamos distintos.

Dios nos ha hecho distintos a todos. Y la mayor riqueza que tenemos, es que todos nos enriquecemos del otro, sobre todo de aquello que no poseemos.

Amigo Jesús, te damos gracias porque somos diferentes: unos altos, otros bajos, unos delgados, otros más gruesos, unos con ojos verdes, otros marrones... y también, unos más alegres, otros más perezosos, otros tímidos, otros...

Gracias Jesús, por ser diferentes, y por invitarnos a querernos como somos. 

Por todo estoy, hoy queremos darte gracias por cada uno de los que formamos la clase, por cada compañero, con su nombre y apellido.

Oh Señora mía, oh madre mía, yo me ofrezco enteramente a ti.

En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos,  mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.

Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame,  defiéndeme y utilizame  como instrumento y posesión tuya.

Amén.

• Lector: REINA DE LA FAMILIA Y MAESTRA DEL HOMBRE NUEVO

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