20 de septiembre

1º de secundaria

curso 2021 - 2022

Santoral

Memoria de los santos Andrés Kim Taegön, presbítero, Pablo Chöng Hasang y compañeros, mártires en Corea. Se veneran este día en común celebración todos los ciento tres mártires que en aquel país testificaron intrépidamente la fe cristiana, introducida fervientemente por algunos laicos y después alimentada y reafirmada por la predicación y celebración de los sacramentos por medio de los misioneros. Todos estos atletas de Cristo —tres obispos, ocho presbíteros, y los restantes laicos, casados o no, ancianos, jóvenes y niños—, unidos en el suplicio, consagraron con su sangre preciosa las primicias de la Iglesia en Corea 

Frase del día: Semana de los compromisos

Una vez que tienes un compromiso, es necesaria la disciplina y el trabajo duro para llegar hasta allí. (Haile Gebrselassie)

Lectura del santo evangelio según san Lucas (8,16-18):


En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «Nadie enciende un candil y lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; lo pone en el candelero para que los que entran tengan luz. Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público. A ver si me escucháis bien: al que tiene se le dará, al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener.»


Palabra del Señor 

Para la reflexión

Esta semana vamos a reflexionar y orar apartir de nuestros compromisos. Os traemos la historia de dos personas que se comprometieron y cumplieron con lo que se comprometieron: El Padre José Kentenich y la Virgen María.

El sábado pasado fue 18 de septiembre. En el Movimiento de Schoenstatt todos los 18 nos reunimos para celebrar y renovar la primera Alianza de Amor que sellaron los Primeros Congregantes y el P. José Kentenich con la Virgen María. Iremos conociendo más de esta historia los 18 de cada mes en la oración de la mañana.

Hoy queremos detenernos en la figura del Fundador de Schoenstatt, el P. Kentenich porque el día 15 de septiembre es el aniversario de su fallecimiento:

El 15 de septiembre de 1968, tras la celebración de la Misa, murió el padre José Kentenich.

La historia del padre Kentenich es la historia de un sacerdote que quiso muchísmo a la Virgen María y dejó que fuera Ella quien le educara y llenara su corazón de amor por Jesús y la misión de hacerle presente en medio del mundo.

El P. Kentencih tuvo una infancia difícil. Creció en un orfanato desde los ocho años y luchó por ser sacerdote. Desde muy joven había descubierto que la plenitud de la naturaleza humana se alcanza con la entrega a los demás. Las argumentaciones filosóficas tienen que ser sustituidas por una historia de amor. El P. Kentenich es consciente de que la fe tiene que estar arraigada en el corazón, y esta convicción está muy relacionada con su temprana devoción a María.

De este modo, el 18 de octubre de 1914, en una pequeña capilla de Schoenstatt, en el valle de Vallendar (Alemania), el sacerdote José Kentenich, con 29 años, establece con un grupo de seminaristas una Alianza de Amor con María.

Los instrumentos pueden ser pequeños y quizás no muy brillantes, pero en manos de María tienen una gran fuerza. Cada uno de nosotros somos esos instrumentos en manos de María. Ella es la que nos ayuda a llevar a cabo nuestra misión.


Me pregunto...

- Ahora que comienza un nuevo curso 

Queremos entregarle a María estas metas. Ella siempre es fiel y nos va a ayudar a llevarlas a cabo. Recordamos que somos instrumentos suyos. Ella no quiere hacer nada sin nosotros y nosotros no queremos hacer nada sin Ella.

Oración

 Señor, Como María, como el Padre José Kentenich, como tantos cristianianos te doy las gracias por estar junto a mi. Quiero ser mejor persona, mejor amigo, mejor estudiante, ayudame en este compromiso.

Capital de Gracias

Es por eso que entregamos nuestras contribuciones al capital de gracias en nuestra vasija. María toma nuestros esfuerzos, nuestras alegrías…todo lo que le regalamos para que Ella pueda seguir transformando y acogiendo a muchas personas desde el Santuario. ¿Qué le voy a regalar hoy a la Virgen como capital de gracias?

Consagración a la virgen

Oh señora mía, oh madre mía, yo me ofrezco enteramente a ti.

En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos,  mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.

Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame,  defiéndeme y utilizame  como instrumento y posesión tuya.

Amén.