Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,13-21):

En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia.»

Él le contestó: «Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vosotros?»

Y dijo a la gente: «Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes.»

Y les propuso una parábola: «Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: "¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha." Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; túmbate, come, bebe y date buena vida." Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?" Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios.»

Palabra del Señor.

SAN JUAN PABLO II

Ayer celebramos la fiesta de un gran santo, un santo de nuestro tiempo, un santo que vivió totalmente a Jesucristo y a su Iglesia, un santo enamorado de la Virgen María. 

Este es San Juan Pablo II... 

VIDEO SAN JUAN PABLO II

¿Con qué aspectos de la vida de un Santo como es Juan Pablo II puedo enriquecer la mía? 

¿Qué crees que tenía San Juan Pablo II para que tanta gente le tomara como modelo a seguir?

Hoy en nuestra oración pedimos la intercesión de San Juan Pablo II:

Oh, San Juan Pablo II, nuestro amado Papa, que a lo largo de tu vida has guiado a la Iglesia con amor y sabiduría, te pedimos que intercedas ante Dios por nosotros. Te agradecemos por tu incansable labor en defensa de la fe y la vida, y te pedimos que nos ayudes a seguir tus enseñanzas y ejemplo. Ruega por nosotros, para que podamos ser fieles discípulos de Cristo. 

Amén. 

Para trabajar el valor de la justicia voy a intentar se justo siempre en el día de hoy.

Oh señora mía, oh madre mía, yo me ofrezco enteramente a ti.

En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos,  mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.

Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame,  defiéndeme y utilizame  como instrumento y posesión tuya.

Amén.