15 de noviembre

SECUNDARIA

curso 2023 - 2024

Santoral

FRASE DEL DÍA

La verdadera felicidad consiste en hacer el bien.
(Aristóteles)

Lectura del santo evangelio según san Lucas (13,22-30):

En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando.

Uno le preguntó: «Señor, ¿serán pocos los que se salven?»

Jesús les dijo: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos"; y él os replicará: "No sé quiénes sois." Entonces comenzaréis a decir: "Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas." Pero él os replicará: "No sé quiénes sois. Alejaos de mí, malvados." Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros os veáis echados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos.»

Palabra del Señor.

Para la reflexión

LA PUERTA ESTRECHA

A primera vista, la palabra estrechez nos preocupa. Nos recuerda el dolor, el sacrificio que se necesita para participar de la salvación de Dios. La puerta estrecha significa que tenemos que ser pequeños, pobres para pasar fácilmente: "Si no os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de los Cielos" (Mt 18,2).

 

La puerta es estrecha, pequeña, y por ahí es por dónde tenemos que entrar. Dios nos sorprende; está verdaderamente en la pobreza, en la debilidad, en la humildad que se manifiesta y nos da su amor que nos salva, nos sana y nos da la fuerza que necesitamos. Sólo nos pide que sigamos su palabra y confiemos en él.

 

El precio a pagar para entrar al cielo no es el hecho de haber comido y bebido en la presencia del Señor o de haberle escuchado enseñar, sino de ser muy pequeño, de ser del mismo tamaño que Jesús, que se despojó a sí mismo por nosotros.

La puerta que es Jesús nunca se cierra, esta puerta nunca se cierra, siempre está abierta y para todos, sin distinción, sin exclusión, sin privilegio. Porque Jesús no excluye a nadie.

Me pregunto...

¿Qué crees que es aquello que tienes de dejar hoy para poder pasar por esta puerta estrecha que conduce al cielo?

Oración

Jesús, el camino está claro, pero siento que me falta fuerza para realmente querer recorrer esa senda que lleva a tu Reino, cruzar esa puerta estrecha que implica negarme a mí mismo.
Dame la luz para comprender que sólo hay ese camino por lo que debo convertirme en un instrumento dócil y confiado en tu voluntad.

Amén.

Capital de Gracias

Hoy me propongo pedir la fuerza para dejar todo aquello que me aleja de Dios y voy a ayudar a un compañero del colegio que me necesite por alguna causa.

Consagración a la Virgen

Oh señora mía, oh madre mía, yo me ofrezco enteramente a ti.

En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos,  mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.

Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame,  defiéndeme y utilízame  como instrumento y posesión tuya.

Amén.