30 de enero

Secundaria - Bachillerato

curso 2023 - 2024



Santoral

FRASE DEL DÍA

He comprendido que mi bienestar sólo es posible cuando reconozco mi unidad con todas las personas del mundo, sin excepción. 

(León Tolstoi)

Lectura del santo evangelio según san Marcos (5:21-43):


Jesús pasó de nuevo en la barca a la otra orilla y se aglomeró junto a él mucha gente; él estaba a la orilla del mar. Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle, cae a sus pies, y le suplica con insistencia diciendo: «Mi hija está a punto de morir; ven, impón tus manos sobre ella, para que se salve y viva.» Y se fue con él.

Le seguía un gran gentío que le oprimía. Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, y que había sufrido mucho con muchos médicos y había gastado todos sus bienes sin provecho alguno, antes bien, yendo a peor, habiendo oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y tocó su manto. Pues decía: «Si logro tocar aunque sólo sea sus vestidos, me salvaré.» Inmediatamente se le secó la fuente de sangre y sintió en su cuerpo que quedaba sana del mal. Al instante, Jesús, dándose cuenta de la fuerza que había salido de él, se volvió entre la gente y decía: «¿Quién me ha tocado los vestidos?» Sus discípulos le contestaron: «Estás viendo que la gente te oprime y preguntas: "¿Quién me ha tocado?"» Pero él miraba a su alrededor para descubrir a la que lo había hecho. Entonces, la mujer, viendo lo que le había sucedido, se acercó atemorizada y temblorosa, se postró ante él y le contó toda la verdad. Él le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu enfermedad.»


Mientras estaba hablando llegan de la casa del jefe de la sinagoga unos dicendo: «Tu hija ha muerto; ¿a qué molestar ya al Maestro?» Jesús que oyó lo que habían dicho, dice al jefe de la sinagoga: «No temas; solamente ten fe.» Y no permitió que nadie le acompañara, a no ser Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegan a la casa del jefe de la sinagoga y observa el alboroto, unos que lloraban y otros que daban grandes alaridos. Entra y les dice: «¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no ha muerto; está dormida.» Y se burlaban de él. Pero él después de echar fuera a todos, toma consigo al padre de la niña, a la madre y a los suyos, y entra donde estaba la niña. Y tomando la mano de la niña, le dice: « Talitha qumi », que quiere decir: «Muchacha, a ti te digo, levántate.» La muchacha se levantó al instante y se puso a andar, pues tenía doce años. Quedaron fuera de sí, llenos de estupor. Y les insistió mucho en que nadie lo supiera; y les dijo que le dieran a ella de comer.

Palabra del Señor.

Para la reflexión:

NUNCA PIERDAS LA FE

Imagina a aquellos grandes descubridores que desafiaron las expectativas y alcanzar las estrellas. Cada logro comenzó con un sueño y la determinación de no rendirse. Recuerda que tú también que eres capaz de desafiar los límites, de superar las adversidades y de convertir lo improbable en realidad. Pero sobre todo ten la certeza que como vemos en el Evangelio de hoy, PARA DIOS NADA HAY IMPOSIBLE.

La vida está llena de oportunidades esperando a ser descubiertas por aquellos que se atreven a soñar en grande. No dejes que el miedo te paralice ni permitas que las dificultades te desanimen. Mantén viva la llama de tus aspiraciones y trabaja para alcanzar tus metas, porque el camino hacia lo extraordinario comienza con un primer paso.

Me pregunto...

¿Crees que puedes lograr aquello que te propongas?

¿Tienes algún sueño que consideres inalcanzable o demasiado grande?

Oración

Señor, en medio de las dificultades, te pido fortaleza para no perder la fe, confianza en tu plan y luz para seguir adelante con esperanza y amor. Amén.

Capital de Gracias

Me uno a la frase del día y voy a intentar hablar con un compañero de mi clase con el que  no hable tanto para intentar la unidad de todos. Si lo hago mañana lo escribo en un papel y lo echo en la tinaja. 

Consagración a la Virgen

Oh señora mía, oh madre mía, yo me ofrezco enteramente a ti.

En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos,  mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.

Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame,  defiéndeme y utilízame  como instrumento y posesión tuya.

Amén.