4 de abril

Secundaria - Bachillerato

curso 2023 - 2024



Santoral

FRASE DEL DÍA
OCTAVA DE PASCUA

Para un cristiano la Pascua lo es todo, cuando celebramos la resurrección de Jesucristo. 

(Bernhard Langer)

Lectura del santo evangelio según san Lucas (24,35-48):

En aquel tiempo, los discípulos de Jesús contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dice:
«Paz a vosotros».
Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu.
Y él les dijo:
«¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo».
Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Pero como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo:
«¿Tenéis ahí algo de comer?».
Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos.
Y les dijo:
«Esto es lo que os dije mientras estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo escrito en la Ley de Moisés y en los Profetas y Salmos acerca de mí».
Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras.
Y les dijo:
«Así está escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto».

Palabra del Señor.

Para la reflexión:

EL TESTIGO.


Los Apóstoles, que vieron con los propios ojos a Cristo resucitado, no podían callar su extraordinaria experiencia. Él se había mostrado a ellos para que la verdad de su resurrección llegara a todos mediante su testimonio.
La Iglesia tiene la tarea de prolongar en el tiempo esta misión; cada bautizado está llamado a dar testimonio, con las palabras y con la vida, que Jesús ha resucitado, que Jesús está vivo y presente en medio de nosotros.
Todos nosotros estamos llamados a dar testimonio de que Jesús está vivo.

Podemos preguntarnos: pero, ¿quién es el testigo? 

El testigo es uno que ha visto, que recuerda y cuenta. Ver, recordar y contar son los tres verbos que describen la identidad y la misión. El testigo es uno que ha visto, con ojo objetivo, ha visto una realidad, pero no con ojo indiferente; ha visto y se ha dejado involucrar por el acontecimiento. Por eso recuerda, no solo porque sabe reconstruir en modo preciso los hechos sucedidos, sino también porque aquellos hechos le han hablado y él ha entendido el sentido profundo. Entonces el testigo cuenta, no de manera fría y distante sino como uno que se ha dejado poner en cuestión y desde aquel día ha cambiado de vida.

El testigo es uno que ha cambiado de vida.

Me pregunto...

¿Comparto con los demás las cosas que me suceden o lo que Dios está haciendo en mi vida?

¿Transmito esperanza a los demás con mis palabras y mis consejos?

¿Doy un buen testimonio a los que no conocen a Dios con mis actos?

Oración

Te pido Señor, que en este día pueda ser testimonio de tu amor y tu resurrección; que con mi alegría y mis actos otros puedan encontrarse contigo. Ven a poner esperanza en mi vida y a resucitar aquello que esta muerto. Amén.

Capital de Gracias

Hoy voy a hablar con alguien de la importancia que tiene Dios en mi vida y de cómo vivo mi fe.

Consagración a la Virgen

Oh señora mía, oh madre mía, yo me ofrezco enteramente a ti.

En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos,  mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.

Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame,  defiéndeme y utilízame  como instrumento y posesión tuya.

Amén.