13 de noviembre


Santoral


Frase del día

“He aqui una de las cosas en que consiste el amor: compartir nuestro gozo con la gente.” LEO BUSCAGLIA 

Lectura del santo evangelio según san Lucas (17,26-37):


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían y se casaban, hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos. Lo mismo sucedió en tiempos de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos. Así sucederá el día que se manifieste el Hijo del hombre. Aquel día, si uno está en la azotea y tiene sus cosas en casa, que no baje por ellas; si uno está en el campo, que no vuelva. Acordaos de la mujer de Lot. El que pretenda guardarse su vida la perderá; y el que la pierda la recobrará. Os digo esto: aquella noche estarán dos en una cama: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejarán.»

Ellos le preguntaron: «¿Dónde, Señor?»

Él contestó: «Donde se reúnen los buitres, allí está el cuerpo.»


Palabra del Señor 

Para la reflexión

Hace unos meses que ronda en mi cabeza con preocupación la dificultad que estamos viviendo como individuos y como sociedad para pedir perdón y para perdonar:

Por un lado, observo en mí mismo, a mi alrededor, en los personajes públicos... que pedir perdón, tener un gesto de humildad reconociendo de palabra o con gestos que a veces nos equivocamos y metemos la pata, parece que es de personas inferiores y que es signo de debilidad.

Pero no podremos avanzar en ningún aspecto de nuestras vidas y de nuestro mundo sin pedir perdón y sin perdonar.

Y es que no podemos olvidar que pedir perdón nos libera, nos libra de remordimientos y  culpabilidades insanas, nos hace sentirnos compasivos y misericordiosos con los demás, nos ayuda recordar que somos limitados y, lo más importante, nos ayuda a vivir en verdad.

Por otro lado, también creamos muchas resistencias a la hora de perdonar.

Perdonar es asumir que no hay vuelta atrás, que las cosas no se van a poder modificar en muchos casos, pero a la vez es asumir que hay un mañana mejor, que hay que tener esperanza y confiar.

Y es que cuando perdonamos avanzamos a pasos de gigantes, levantamos de nuevo puentes y cosemos heridas, dándole una nueva oportunidad a las situaciones.

Y es que en este momento faltan ejemplos de personas que sepan pedir perdón y perdonar, que sepan vivir en verdad y sean capaces de disculparse y aceptar disculpas, más allá de sus intereses personales y partidistas en beneficio del bien común. Es importante recordar que a lo largo de la historia en cada conflicto superado hubo un gran ejercicio de perdón y de saber perdonar por parte de todas las partes implicadas. No hay individuo, ni grupo humano, ni sociedad, que tengan futuro sin personas íntegras que sepan pedir perdón y perdonar diferenciando claramente nuestros errores de nuestra valía como personas.

Y siempre es bueno echar una mirada a Jesús e intentar introducir en nuestras vidas su estilo basado en la compasión y en la misericordia como el único camino que genera vida y construye Reino, reivindicando que otra forma de vivir es posible basada en la confianza en Dios, en unos mismo y en los demás. ¡Adelante!

Me pregunto...

Oración

Bendice Señor nuestros oídos,

para que sepan oír las llamadas continuas

que realizas en lo más cotidiano,

en aquellas personas que se nos acercan.

Que sepan quedarse sordos

al ruido inútil y a la palabrería,

pero no a los gritos que reclaman vida.

Que nos ayuden a estar unidos

al mundo que nos rodea. 

Capital de Gracias

Esta semana ofrecemos a nuestro capital de gracias los trabajos mas difíciles y que más nos cuestan por las familias que estan pasando necesidad a causa de la pandemia por COVID19

Consagración a la virgen

Oh señora mía, oh madre mía, yo me ofrezco enteramente a ti.

En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos,  mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.

Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame,  defiéndeme y utilizame  como instrumento y posesión tuya.

Amén.