6 de noviembre


Santoral

San Severo de Barcelona 

Frase del día

Una de las alegrías de la amistad es saber en quien confiar. Alessandro Manzoni 

Para la reflexión

Lectura del santo evangelio según san Lucas (16,1-8):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un administrador y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: "¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido." El administrador se puso a echar sus cálculos: "¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa." Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: "¿Cuánto debes a mi amo?" Éste respondió: "Cien barriles de aceite." Él le dijo: "Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta." Luego dijo a otro: "Y tú, ¿cuánto debes?" Él contestó: "Cien fanegas de trigo." Le dijo: "Aquí está tu recibo, escribe ochenta." Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz.»


Palabra del Señor 

Me pregunto...

CAMINAR PARA IR CRECIENDO

No viene mal que de vez en cuando nos hagamos preguntas: ¿Yo creo que tengo Fe?... ¿no tengo Fe?... ¿no sé, si tengo o no tengo Fe?... Salvo que decidamos no hacernos estas preguntas, pienso que de alguna manera, nos podemos encuadrar en alguna de las tres respuestas siguientes.

Si tengo Fe, ¿en qué creo?, o mejor, ¿a Quién creo? Si es a Jesús de Nazaret entonces soy cristiano, seguidor de Cristo. Puesto que si creo en él, lo hago también en el Dios que Jesús me propone. Pero hay diversas maneras de creer en Jesús: la católica, la protestante ‐con sus diferentes credos‐, la ortodoxa..., incluso puedo creer en Jesús, pero a mi manera, sin enmarcarme en ningún credo concreto... ¿No te parece, que en el fondo, ‐ todos‐ incluso los que nos encuadramos dentro de una religión concreta, creemos “¿a nuestra manera?”.

Otra posibilidad es que creamos que no tenemos Fe. Entonces nuestra existencia se fundamenta en la convicción de que Dios no existe y tratamos de vivir de acuerdo con nuestras ideas. También, entonces, tendremos que ahondar en nuestras convicciones e ideas para poder vivir de acuerdo con ellas. ¿No te parece? Porque vivir una vida humana sin pensar no parece muy humano. ¿O sí?

Y por último, se da la posibilidad de que no sepamos si creemos o no. Agnósticos se dice de los que así se proclaman. Y esta tercera posibilidad, sin perjuicio de que existan otras que ahora se me escapan, nos pone ante el dilema de la búsqueda de una de las dos opciones antedichas. Y ello, por lógica consecuencia, de que todos queremos tener conocimiento, queremos saber y asentar, de acuerdo con nuestras ideas y creencias, los proyectos de nuestra vida.

Es cierto que podemos renunciar a buscar la “verdad”, que podemos caminar sin seguir ningún “camino”, y limitarnos a vivir la “vida” resignados a que ésta se acabe y así, no complicarnos la misma. Pero también es cierto que podemos crecer en nuestro caminar, como dice la cantante del grupo Chambao, “No merece la pena andar por andar, es mejor caminar para ir creciendo”.


¿Qué te aporta la reflexión de esta mañana?

¿Cómo te sitúas ante ella? 

Oración

Señor Jesús, en este día que comenzamos, nos invitas a hacernos preguntas, a dar razones de nuestras esperanzas, a plantearnos las grandes preguntas de nuestra vida.

Sin duda que no es fácil encontrar palabras, soluciones rápidas... pero también estamos convencidos que “es mejor caminar para ir creciendo”.

Que de verdad seamos pacientes, tengamos el corazón abierto y dejemos albergar lo mejor de ti, que sin duda, es lo que va cambiando nuestra vida.

Gracias Jesús.

Capital de Gracias

 En nuestro capital de gracias en esta semana podemos presentar a nuestros amigos, aquellos que nos quieren y nos ayudan incluso en los momentos malos.

Consagración a la virgen

Oh señora mía, oh madre mía, yo me ofrezco enteramente a ti.

En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos,  mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.

Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame,  defiéndeme y utilizame  como instrumento y posesión tuya.

Amén.