3 de noviembre


Santoral

 San Martín de Porres

Nació Martín el 8 de diciembre de 1579, hijo de un importante hidalgo y de una mulata, en Lima (Perú). Martín comenzó a familiarizarse con el bien retribuido oficio de barbero, que en aquella época era bastante más que sacar dientes, extraer muelas o hacer sangrías. Martín supo hacerse un experto por pasar como ayudante de un excelente médico español. De ello comenzó a vivir y su trabajo le permitió ayudar de modo eficaz a los pobres que no podían pagarle. Por su barbería pasarán igual labriegos que soldados, irán a buscar alivio tanto caballeros como corregidores. Pero lo que hace ejemplar a su vida no es sólo la repercusión social de un trabajo humanitario bien hecho. Más es el ejercicio heroico y continuado de la caridad que dimana del amor a Jesucristo, a Santa María. Por el ejercicio de su trabajo y por su sensibilidad hacia la religión tuvo contacto con los monjes del convento dominico del Rosario donde pidió la admisión como donado para pasar luego a hermano. De todas la virtudes que poseía Martín de Porres sobresalía la humildad, siempre puso a los demás por delante de sus propias necesidades. En una ocasión el convento tuvo serios apuros económicos y el Prior se vio en la necesidad de vender algunos objetos, ante esto, Martín de Porres se ofreció a ser vendido como esclavo para remediar la crisis. Murió tal día como hoy en 1639.

Frase del día

"Tómate tiempo en escoger un amigo, pero sé más lento aún en cambiarlo". Benjamin Franklin 

Para la reflexión

Lectura del santo evangelio según san Lucas (14,15-24):


En aquel tiempo, uno de los comensales dijo a Jesús: «¡Dichoso el que coma en el banquete del reino de Dios!»

Jesús le contestó: «Un hombre daba un gran banquete y convidó a mucha gente; a la hora del banquete mandó un criado a avisar a los convidados: "Venid, que ya está preparado." Pero ellos se excusaron uno tras otro. El primero le dijo: "He comprado un campo y tengo que ir a verlo. Dispénsame, por favor." Otro dijo: "He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas. Dispénsame, por favor." Otro dijo: "Me acabo de casar y, naturalmente, no puedo ir." El criado volvió a contárselo al amo. Entonces el dueño de casa, indignado, le dijo al criado: "Sal corriendo a las plazas y calles de la ciudad y tráete a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos." El criado dijo: "Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía queda sitio." Entonces el amo le dijo: "Sal por los caminos y senderos e insísteles hasta que entren y se me llene la casa." Y os digo que ninguno de aquellos convidados probará mi banquete.»

Palabra del Señor

 

¡Buenos días!

¿Qué tal nos hemos levantado hoy? ¿Hemos sonreído desde primera hora o por el contrario nos cuesta despertar y contestamos con gruñidos hasta que ha pasado un rato?

Hoy os proponemos comenzar la mañana reflexionando sobre dos cosas. La primera esta frase:

 

“Hay gente que ha decidido levantar el espíritu a otros. Hay gente que elige compartir buenos ratos en vez de crearlos malos. Hay gente que no añade bronca al ambiente. Hay gente capaz de hacer que otros saquen la música de dentro. Y así, poco a poco, se va formando comunidad. Ojalá la vida fuera convertir mañanas de lunes en fiesta inesperada”.(ENDER WIGGIN)

 

¿Nos sentimos identificados? ¡Venga, vamos a dar un pasito más viendo este vídeo!

 

Me pregunto...

 De qué tipo de personas te gusta rodearte, de las positivas o de las negativas.

 ¿Qué necesitas más en este momento?

Oración

Que nuestra oración sea hoy el recuerdo de aquellas personas que hacen que nuestros días tengan más luz y que nos ayudan a compartir lo mejor de nosotros mismos. 

Capital de Gracias

 En nuestro capital de gracias en esta semana podemos presentar a nuestros amigos, aquellos que nos quieren y nos ayudan incluso en los momentos malos.

Consagración a la virgen

Oh señora mía, oh madre mía, yo me ofrezco enteramente a ti.

En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos,  mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.

Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame,  defiéndeme y utilizame  como instrumento y posesión tuya.

Amén.