Un primer paso para conocernos a nosotros mismos, es identificar y nombrar las propias emociones que tenemos. Comenzamos en 3 años por las más sencillas, y avanzamos en 4 y 5 años hasta otras más elaboradas como los celos o la vergüenza.

Distinguir entre pensamientos, sentimientos y acciones es muy importante en esta etapa de educación infantil. Cuando tengo un sentimiento intenso como el enfado, es importante pensar en los motivos y, antes de actuar, hablar.

Expresar los sentimientos mediante palabras será uno de los grandes objetivos de esta etapa de educación infantil. Para ello, continuamos trabajando sobre la identificación (¿cómo se llama esta emoción que siento?) y la ampliación de vocabulario.

Calmar y regular emociones negativas, como la tristeza, la ansiedad o la ira, son habilidades esenciales para prevenir la violencia física (pegar, morder, arañar...) en esta etapa de infantil. 

Controlar la impulsividad es un aprendizaje básico en estos primeros años y nos ayudará a retrasar gratificaciones, desarrollar la tolerancia a la frustración y crecer en virtudes como la templanza. 

Generar emociones positivas es también muy importante. Nos ayudará a aprender a tomar decisiones que nos acerquen a la felicidad y a actuar de manera realista y positiva.

Esta semana nos convertimos por primera vez en exploradores, buscando emociones como la alegría y la tristeza en imágenes y fotografías.

Comenzamos el programa "Comunica" con una actividad muy divertida: crear nuestra propia historia y narrarla a los compañeros.

Con los más mayores de Infantil, hacemos pequeños grupos y, quincenalmente, trabajarmos la lectoescritura de forma manipulativa.

En este taller hemos utilizado los Lego para construir una clase ideal. De este modo, trabajamos la creatividad al tiempo que desarrollamos las relaciones espaciales y adquirimos vocabulario muy útil (arriba, abajo, dentro, delante...)

¡Un nuevo taller con un nuevo reto! ¿Cuántas parejas de "rosquillas" lograremos encontrar? Ponemos a prueba nuestra memoria mientras trabajamos la toma de turnos y la tolerancia a la frustración (ganar/perder).

Continuamos con los talleres de refuerzo de la lectoescritura. En esta ocasión utilizamos un juego tipo scrabble para encontrar los sonidos de diferentes palabras. ¿Por qué letra empieza "divertido"?

Hoy trabajamos la lógica y la capacidad de planificación a través de un juego muy divertido llamado "Rush hour". En él un coche rojo está atascado y no puede salir, tendremos que mover los demás coches delante-detrás y arriba-abajo para conseguirlo. ¿Seremos capaces?

Hay muchas formas de trabajar la motricidad fina e irla mejorando poco a poco. Una de ellas es a través de actividades manipulativas  como la que hemos podido realizar en el taller de hoy. Diferentes tuercas de distintos grosores nos ayudarán a agilizar nuestros dedos.

Los cuentos siempre son un gran aliado para mejorar la lectura. Algunos, como los divertidos cuentos de Nacho y Laura, nos ayudarán además a trabajar la lectura global de palabras, ya que emplean vocabulario sencillo y siempre en mayúsculas.

La velocidad de procesamiento, la agilidad visual y también la capacidad de mantener la atención durante un tiempo cada vez más prolongado, son habilidades que podemos (y debemos) ir trabajando desde los primeros años. El taller de esta semana nos ha llevado a poner todas ellas en marcha, ¡y se nos ha dado genial!

Carmen, la directora, va a decorar su despacho y nos ha pedido que le hagamos un dibujo de nuestro día mas feliz en el cole. Hemos dibujado el día que fuimos de excursión a la granja, cuando viene Georgia a dar inglés, saltando en el patio, jugando con la profe... Si es que en este cole todos los días son una fiesta.

Hoy hemos tenido la suerte de estrenar nuestra nueva clase de estimulación multisensorial. Hemos comenzado por trabajar con luz negra y... ¡ha sido divertidísimo! Dedicar un ratito a estimular nuestros sentidos favorece su integración y un mejor control de nuestro cuerpo (y nuestras emociones) en el día a día.

La pedagogía Pikler nos habla de la necesidad que tienen los más pequeños de moverse en libertad: experimentar, atraverse, curiosear... Confiar su capacidad innata de alcanzar cada hito motriz evolutivo sin ayuda de los mayores no solo  fomenta su autonomía, sino también su autoconfianza y deriva en un desarrollo más armónico.

La mesa de luz es un recurso ideal para experimentar con las mezclas de colores. Al principio parece increíble que al mezclar azul y rosa aparezca el morado, o que construyendo una torre amarilla y azul aparezca una pieza verde... ¡pero es real!  Las piezas translúcidas nos permiten experimentar en primera persona y vivir los colores mas allá del papel. 

Con las pelotas de pilates hemos trabajado nuestro equilibrio. Gracias a él podemos hacer muchas cosas: desde montar en bicicleta sin caernos hasta algo tan sencillo como mantenernos de pie sin marearnos. Además, si comenzamos a trabajarlo desde los primeros años, nos ayuda a mejorar la confianza en nosotros mismos y previene las caídas. ¡Ha sido genial!

Con el cambio de hora que hemos tenido hace poco, es normal que nuestro ritmo diario se vea ligeramente alterado. Anochece más tarde, los días cada vez son más largos y por ello muchos peques han notado que les cuesta más irse a la cama ("¡un ratito más!") y quedarse dormidos ("¿leemos otro cuento?"). Esta semana hemos hablado del sueño y de lo importante que es relajarnos un poquito antes de irnos a la cama. Próximamente, además, tendréis disponible un nuevo taller online sobre sueño. ¡No os lo perdáis!

El juego simbólico es muy importante en la vida de todos los niños. Por un lado, hace que los pequeños vayan más allá de lo real y lo concreto. La posibilidad de proyectarse en otros roles hace que se enriquezca su conocimiento social, y les ayuda a entender los roles que ejercen las personas de su entorno. Esta actividad buscaba ofrecer a los peques un espacio en el que, mediante el juego, se favorezca su desarrollo emocional, cognitivo y sus habilidades sociales. Y además, ¡hemos aprendido mucho sobre peces!

Realizar construcciones sin una guía que seguir requiere poner en marcha nuestra capacidad de planificación, nuestra motricidad fina y nuestra atención, pero también permite dar rienda suelta a nuestra creatividad. En este taller no sólo creamos grandes rascacielos, sino también unicornios, máquinas, cohetes, casas... Todo ello nos permitió fomentar valores como la cooperación y la colaboración, compartiendo piezas y ayudando a otros compañeros a terminar su gran obra.

Ahora que cada vez hace más calor, imaginar que nos vamos de camping es un gran plan. Si a eso le añadimos una noche estrellada, leyendo cuentos a la luz de la hoguera... ¡es una aventura! Y más si de pronto aparecen cientos de luciérnagas. Hablamos de algunos miedos (como el miedo a la oscuridad, a los monstruos, o a los bichos) y también de muchos sueños que nos quedan por cumplir. ¡Fue divertidísimo!

Muchos ya conocían el cuento de "La oruga glotona", pero ninguno de nosotros habíamos podido vivir así... ¡hasta hoy! Nos sumergimos en un bosque lleno de fresas, manzanas, naranjas, ciruelas... e incluso tarta. Y acompañamos a la oruga glotona en la aventura de comer y comer y comer hasta hacerse una gran mariposa. Gracias a este cuento estuvimos trabajando sobre la importancia de probar nuevos alimentos y nos fuimos con muchas ganas de experimentar distintos sabores en casa. ¡A comer!

El tangram es un rompecabezas de origen chino que llamaron "tabla de sabiduría" y "tabla de sagacidad" haciendo referencia a las cualidades que el juego requiere. Este juego de ingenio no solo es divertido, sino que también desarrolla las capacidades cognitivas y fomenta la creatividad. De hecho, sus inmensas posibilidades hacen que sea un juego perfecto para grandes y pequeños por igual. El objetivo del juego es formar formas específicas con las piezas, sin superponerlas. ¿Os animáis a intentarlo?

Saber clasificar y organizar según diferentes criterios es un aprendizaje esencial que prepara al niño a construir un pensamiento lógico y un razonamiento matemático. Si a eso le añadimos que hay que hacerlo con unas piececitas escurridizas y utilizando pinzas... ¡es todo un reto! Además, gracias a este juego tan divertido trabajamos el agarre de pinza, que nos facilitará tareas diarias como coger los cubiertos o vestirnos, y favorece el desarrollo de músculos específicos además de la coordinación entre las manos y el ojo. ¡Todo un reto!