Gracias a la pirámide de población sabemos que en 1991, la Campana de Oropesa tenía una una pirámide de urna o bulbo.
Tiene una población envejecida, en la que la base es algo estrecha como resultado de un control de la natalidad.
Las condiciones de vida son óptimas por lo que la mortalidad resulta poco significativa, por lo que la población alcanza fácilmente la vejez.
Sin embargo, a diferencia de otras pirámides de población, esta muestra una gran cantidad de jóvenes de 20-30 años, coincidiendo con aquellos nacidos durante el baby boom de los años 1960.