Si hay una obra emblemática en la historia de La Nave Argo, esa es Medea. Medea fue el principio de todo: el primer reto y el primer sueño, cuando muy poco sabíamos de teatro. Fue una trabajo lleno de ingenuidad y de ilusión, pero fue el enganche para todo lo que vino después. La primera Medea venció el Certamen Talía de Teatro en la Comunidad Valenciana y fue elegida como finalista del Nacional Grecolatino. Todo ello fue el estímulo necesario para saber que este mundo del grecolatino era lo nuestro. Unos años después, revisitamos la historia de Medea desde otra perspectiva, la de la mujer que lo ha perdido todo, la apátrida, la refugiada, a la que nadie quiere y acepta, la que es nadie. Este montaje, que presentaba una estética contemporánea, se llamó "Nadie" y nos permitió ver a Medea con otros ojo.