Trabajar con niños y adolescentes con TDAH presenta desafíos específicos debido a las diferencias en el desarrollo y las necesidades individuales que surgen a medida que crecen. A continuación te proporciono estrategias ajustadas para niños pequeños y adolescentes, teniendo en cuenta sus particularidades:
Horarios visuales: usar calendarios, pizarras o apps con colores para indicar tareas y actividades.
Rutinas estables: mantener horarios regulares para levantarse, comer, estudiar y dormir.
Dividir tareas: grandes trabajos se fragmentan en pasos pequeños y manejables.
Método “pomodoro”: estudiar en intervalos cortos (15–20 min) con descansos de 5 min.
Resúmenes visuales: mapas mentales, esquemas, dibujos y colores.
Lectura activa: subrayar, hacer preguntas y responder en voz alta.
Tiempo especial: dedicar unos minutos diarios a conversar y escucharlos sin juicios.
Entrenamiento en habilidades sociales: practicar cómo pedir las cosas, esperar turno y respetar reglas de juego.
Técnicas de relajación: respiración profunda, mindfulness o yoga adaptado.