Las técnicas más efectivas para apoyar a un niño con TDAH incluyen usar calendarios o recordatorios visuales, establecer horarios fijos, dividir las tareas en actividades cortas con descansos, reforzar los logros con elogios o recompensas, y permitir el movimiento controlado para mantener la atención. Estas técnicas ayudan a organizar su día a día y fortalecen su confianza.
Cada técnica aplicada con paciencia se convierte en un paso hacia su éxito.