Las mariquitas se usan como control biológico en diversas regiones del mundo para combatir plagas como pulgones y cochinillas:
América del Norte: En cultivos de algodón, cítricos y huertas (EE. UU., Canadá).
Europa: En viñedos, invernaderos y huertas (Países Bajos, Francia, Italia, Reino Unido).
América Latina: En maíz, frijol y viñedos (México, Chile, Argentina, Brasil).
Asia: En arroz, algodón y hortalizas (China, Japón).
Oceanía: En cítricos y algodón (Australia, Nueva Zelanda).
África: En viñedos y cítricos (Sudáfrica).
Son clave para la agricultura sostenible al reducir el uso de pesticidas químicos.