MDSCC
JOSÉ LUIS TAJADA
JOSÉ LUIS TAJADA
Uno de los privilegios de los que he podido disfrutar como divulgador ha sido la de tener acceso y hacer grandes amistades dentro del Centro de Seguimiento del Espacio Profundo que NASA posee en España y que es gestionado gracias a un acuerdo internacional por técnicos y científicos españoles.
Desde esta estación de seguimiento, encargada re recibir gran parte de las señales que llegan desde los exploradores espaciales (y también de comunicarse con ellos), el ser humano ha logrado los mayores hitos científicos relacionados con la exploración espacial.
Entre otros, he tenido el honor de conocer a los ingenieros y técnicos españoles que contribuyeron a la llegada del hombre a la Luna; a que las sondas Voyager sigan manteniendo comunicación desde los confines de nuestro sistema solar; o de que en la actualidad los robots que exploran la superficie de Marte puedan comunicarse con la Tierra.
Cuento con grandes amigos allí, los que están, los que quedan y los que ya se han ido, y para mí es una obligación moral como persona de ciencia y como español, relatar su historia y llevar su ejemplo a las nuevas generaciones para que encuentren, como yo lo he hecho, un modelo a seguir en lo humano y lo profesional.
De entre todos los momentos especiales que he vivido en MDSCC brilla sin lugar a dudas el que gracias a mis fieles amigos Luis Rojo y Ángel Anaya, pioneros de NASA en España, pudimos disfrutar en 2015. Meses antes en una de las muchas tertulias que mantenemos leímos la petición que apareció en prensa de un paciente infantil de cáncer pidiendo un deseo: "tocar la Luna".
Consternados, nos pusimos a ello. Gracias a la ayuda de todas las personas que trabajaban en aquel momento en MDSCC, desde sus directivos a los técnicos, empleados de seguridad, mantenimiento e ingenieros, pudimos compartir la visita de la Asociación de Familias con Cáncer de Castilla-La mancha.
Especial recuerdo el que guardo de los chavales en la estación de seguimiento y en la población de Robledo de Chavela, cuyo alcalde, cuerpos de seguridad y habitantes, prodigaron un cariño infinito por estos chicos y sus padres. Todos cumplimos un sueño, "les dimos la Luna", desde la estación de seguimiento que llevó a los primeros hombres, hasta su superficie.