Sociales

España, una ratonera para los menores inmigrantes

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | Con 15 años, fue traída a España engañada desde Bucarest. Su destino era ejercer la prostitución chantajeada por una red de trata también rumana. Así recoge la sentencia judicial 34/2015 su martirio: “En reiteradas ocasiones, manifestó a los acusados su deseo de no continuar con el ejercicio de la prostitución a que la obligaban. Para doblegar su voluntad, el acusado la agredía golpeándola con un cable en los brazos, las piernas y la espalda, así como con puñetazos en la cara, lo que la ocasionó lesiones visibles que la obligaron a permanecer en la vivienda durante tres días, tiempo en el que en todo momento era controlada”.

Tras lograr huir semanas después, auxiliada por un taxista, a los tres meses la mafia dio con ella y la llevaron a piso de Valdemoro, en Madrid. Allí llegó el castigo: “El acusado la azotó repetidamente con un cable doblado en dos por todo el cuerpo, propinándole puñetazos en toda la cara y clavándole lentamente la punta de un cuchillo en diversas partes de su cuerpo, como cuello, piernas y manos, golpeándola también con una barra de hierro en ambos brazos. Asimismo, le realizó un tatuaje en la cara interna de su muñeca derecha, consistente en un código de barras. (…) Con una máquina de afeitar, le rasuró el cuero cabelludo y las cejas, y le pulverizó harina en el rostro con un secador de pelo, mientras se reía. A continuación, le colocó una peluca de color rojo, le golpeó la cara con guantes de boxeo y le roció la cara con un spray. (…) A la mañana siguiente, fue exhibida, en las condiciones referidas, al resto de las mujeres que se hallaban en la vivienda, con el propósito de que estas vieran las consecuencias en caso de intentar huir”. Su infierno acabó días después, el 17 de marzo de 2012 (ahora se ha celebrado el juicio), cuando la policía descubrió el piso. Aun hoy, su trauma es tal que tiene como secuela “un trastorno orgánico de la personalidad grave”.

Casos como este son los que trata de visibilizar el Papa Francisco, quien, en su mensaje para la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado (15 de enero), titulado Emigrantes menores de edad, vulnerables y sin voz, denuncia que “los niños constituyen el grupo más vulnerable entre los emigrantes, porque, mientras se asoman a la vida, son invisibles y no tienen voz”. Esta historia, por tanto, es una más de las que viven cientos de menores que llegan a España y quedan atrapados en una ratonera diseñada por las mafias.

Con el fin de obtener la radiografía aproximada de la situación, pulsamos la opinión de Joaquín Sánchez-Covisa, fiscal de Extranjería, que coordina a todos los fiscales en la lucha contra las distintas formas de trata. Tras abrir las puertas de su despacho a Vida Nueva para analizar la última memoria de la fiscalía, relativa a 2015, al concluir la charla la sensación es clara: se avanza en el combate contra las mafias, pero, por desgracia, este nunca tendrá fin. A unos depredadores les siguen otros.

La punta del iceberg

Un tema de especial gravedad es el de los menores extranjeros no acompañados (MENA), certificándose en la memoria que en 2015 han sido localizados 414 “llegados a las costas españolas en pateras u otras embarcaciones similares”. El dato es preocupante, pues supone un incremento del 85,65% respecto a 2014, cuando llegaron 223, y de un 160% sobre 2013 (159). Casi todos provienen de Argelia (188) y de Marruecos (130), siendo el resto del África subsahariana.

Y eso que, se advierte en la memoria, estamos ante la punta del iceberg: “No se dispone de datos rigurosos de los menores que se han introducido a través de Ceuta y Melilla superando la frontera ocultos en vehículos de motor o por otras vías, como paso previo a embarcarse como polizones en buques con dirección a la Península”. (…)

Melilla, situación “casi de guerra”

José Palazón, fundador de la asociación PRO.DE.IN, acompaña a muchos migrantes en Melilla. En conversación con Vida Nueva, denuncia que hoy allí “la situación es casi de guerra”. Algo achacable a las autoridades, “que marginan a los inmigrantes sin diferenciar entre su sexo, edad o situación”. Así, “cuando en la valla se hacen devoluciones en caliente, ni siquiera se pregunta la edad de la persona, que puede ser un menor”. (…)

“En Melilla hay unos 100 niños subsaharianos deambulando por las calles. Solos, enfermos… –continúa–. Si los identifican, los llevan a centros de acogida, pero ellos dicen que son mayores de edad para que los lleven al CETI. Allí pueden estar unos meses, pero, si están en un centro, han de estar hasta cumplir los 18 años. Por eso mienten. Lo peor es que las autoridades hacen la vista gorda, pues tampoco quieren tener sus centros de acogida saturados…”. (…)

Publicado en el número 3.018 de Vida Nueva

Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2017

El 15 de enero se celebra la Jornada Mundial del emigrante y del refugiado con el lema, “Menores migrantes vulnerables y sin voz. Reto y esperanza”. Un lema con el papa Francisco nos invita a fijar nuestra mirada en los niños migrantes porque “son menores, extranjeros e indefensos… Ellos quienes más sufren las graves consecuencias de la emigración, casi siempre causada por la violencia, la miseria y las condiciones ambientales, factores a los que hay que añadir la globalización en sus aspectos negativos.”


“Podemos superar el hambre sin paternalismo y sin dependencia"

El día 8 de febrero, Manos Unidas presentó a los medios de comunicación su nueva Campaña contra el Hambre: “El mundo no necesita más comida. Necesita más gente comprometida”. La presidenta, Clara Pardo, resaltó los elementos esenciales de la Campaña de este año, centrada sobre todo en llamar la atención sobre el desperdicio de alimentos, la lucha contra la especulación alimentaria y el compromiso con una agricultura respetuosa con el medio ambiente que asegure el consumo local.

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Dossier de prensa

Declaración ecuménica para el Día M. del Refugiado 2017

Una veintena de entidades católicas y protestantes lanza una declaración conjunta para “derribar los muros” contra los refugiados.

La Biblia cristiana nos relata la historia de dos hombres, Pedro y Cornelio, con creencias religiosas y culturas completamente diferentes, que al encontrarse descubrieron que Dios les tenía preparado un destino común que ninguno de los dos había comprendido antes. Aprendieron que el Espíritu Santo derriba muros y une a aquellos que piensan que no tienen nada en común.

Mujeres, hombres y niños de todo el mundo se ven obligados a abandonar sus hogares por la violencia, la persecución, los desastres naturales y los provocados por el hombre, el hambre y muchos otros factores. Su deseo por escapar al sufrimiento es más fuerte que las barreras que se alzan bloqueando su camino. La oposición de algunos países a la migración de los desplazados forzosos no podrá impedir que aquellos que padecen un sufrimiento insoportable abandonen sus hogares.

Los países ricos no pueden eludir su responsabilidad por las heridas que han infligido al planeta – desastres medioambientales, comercio de armas, desigualdad en el desarrollo – y que son las que provocan la migración forzosa y el tráfico de personas. Aunque la llegada de los migrantes a los países desarrollados puede suponer ciertamente un reto real e importante, también puede ofrecer una oportunidad para el cambio y la apertura. El Papa Francisco nos plantea esta pregunta: "¿Qué podemos hacer para ver estos cambios no como obstáculos para el verdadero desarrollo, sino como oportunidades para un genuino crecimiento humano, social y espiritual?". Las sociedades que encuentran el coraje y la visión de futuro necesarios para superar el miedo a los extranjeros y los migrantes descubren muy rápido la riqueza que traen y que siempre han traído consigo.

Si, como familia humana que somos, insistimos en ver a los refugiados solamente como una carga, nos estamos privando de oportunidades de solidaridad, que son siempre oportunidades de aprendizaje, de enriquecimiento y crecimiento mutuo.

No basta con que los cristianos profesen amor a Cristo: la fe es auténtica únicamente si se expresa en acciones de amor. Todos somos parte del Cuerpo de Cristo, un cuerpo indivisible. En palabras de Dietrich Bonhoeffer, "solo a través de Jesucristo somos hermanos y hermanas los unos de los otros... A través de Cristo nuestra pertenencia recíproca se hace real, integral y eterna". Si somos un solo cuerpo, estamos entrelazados en una solidaridad que nos define y que nos exige hacer algo.

Los gestos de solidaridad se multiplican cuando sobrepasan las fronteras de la religión y la cultura. Encontrarse con personas de otras creencias nos anima a profundizar en el conocimiento de nuestra propia fe y, en los encuentros con nuestros hermanos y hermanas refugiadas, Dios nos habla y nos bendice como hizo con Cornelio y Pedro.

En todo encuentro genuino tiene lugar un intercambio de dones. Al compartir con los demás lo que tenemos y poseemos, descubrimos que todo es un don de Dios. Y cuando damos la bienvenida a aquellos con los que nos encontramos, hallamos al Dios que está siempre con los vulnerables, en las periferias y en los demás.

Somos testigos de cómo cada vez se construyen más muros por todo el mundo para evitar que los desplazados puedan entrar: no solo muros físicos, sino también muros de miedo, de prejuicios, de odio y de ideologías. Intentemos todos, como una sola familia humana, construir puentes de solidaridad en lugar de muros de división. Nuestras hermanas y hermanos refugiados nos ofrecen una oportunidad para enriquecernos y crecer mutuamente: es Dios quien nos une.

Con el desarrollo de nuevos marcos internacionales como el Pacto Mundial sobre los refugiados y los migrantes en 2018, los estados no solo deberán garantizar una forma más eficaz de compartir la responsabilidad frente a los grandes movimientos migratorios, sino que deberán asumir también la oportunidad de reconocer y poner de relieve las importantes aportaciones que hacen los refugiados y los migrantes en sus comunidades de acogida.

ACT Alliance

ALBOAN

Anglican Alliance

Caritas Internationalis

Catholic Charities USA

Community of Sant’Egidio

Dominicans for Justice and Peace

Entreculturas

International Union of Superior Generals (UISG)

Franciscans International

Jesuit Refugee Service

Lutheran World Federation

Pax Christi International

Scalabrinian Missionaries

Scalabrini International Migration Network (SIMN)

Talitha Kum – Worldwide Network of Religious Life against Trafficking in Persons

Union of Superior Generals (USG)

Vivat International

Voices of Faith

World Union of Catholic Women’s Organizations (WUCWO)


Día Mundial del Refugiado, 20 de junio de 2017

"Compartiendo el viaje", campaña de Cáritas

"Compartiendo el viaje", es el nombre de la campaña global que Cáritas Internationalis está emprendiendo en favor de los migrantes del mundo en atención al llamamiento que en diversas ocasiones ha hecho el papa Francisco en favor de quienes han dejado todo en busca de mejores oportunidades. Comenzará el 27 de septiembre de 2017 y durará hasta septiembre de 2019.


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