Según Moisés Limia, profesor de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, en la entrevista brindada para este reportaje, dijo que, esta transformación no solo afecta la producción, sino también la circulación de información en redes sociales, donde contenidos falsos y fake news creados por IA se viralizan rápidamente, generando confusión y desconfianza en la audiencia. La desinformación ahora viaja a la velocidad de la tecnología, complicando los filtros tradicionales y la labor de los verificadores.
La inteligencia artificial está redefiniendo la forma en que se construyen y transmiten las historias en la era digital. Ya no solo ayuda en tareas rutinarias, sino que también puede generar textos completos, resumir contenidos y crear narrativas con estilos que parecen humanos, lo que plantea un desafío para la credibilidad y la ética del periodismo.
La creciente presencia de la inteligencia artificial en las redacciones plantea dudas sobre la pérdida del componente humano en el periodismo. Aunque permite generar textos rápidos y correctos, expertos advierten que muchas veces carecen de alma y contexto. En un encuentro internacional en Madrid, se destacó la necesidad de mantener la credibilidad y los valores éticos del oficio. “La supervisión humana sigue siendo clave para evitar errores y preservar la calidad informativa”, señaló el investigador Ramón Salaverría.
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