¿Qué aprendimos del proceso de intervención?
A lo largo de este trabajo se han visto numerosos aprendizajes entre los que destaca lo fundamental de la participación de la asociación no sólo en el proceso de diagnóstico como tal sino en su salud día a día. El hecho de participar activamente en diversas actividades/situaciones que giran en torno a nuestra salud o repercuten en ella, es clave a la hora de buscar un estado óptimo de la misma. Lo vemos en la misma comunidad, cuando nos posicionamos en un enfoque intercultural de salud y vemos que por más que se haya planteado la participación como un tema inviable de trabajar dada su complejidad de tratar, era en realidad la prioridad que tenía ante una futura intervención, dada su vitalidad e importancia en salud, así mismo la asociación señala que “la medicina no es sólo hierbas, es música, es danza, es la vida social y espiritual que llevamos”.
En resumen este trabajo demuestra por medio de la experiencia:
La importancia de hacer salud desde la participación social, con un enfoque biopsicosocial e intercultural para lograr desarrollar un proceso de cuidados, tratamientos, intervenciones lo más adecuados posibles según sea el caso particular
Permitir, no sólo mejoras en la salud como tal sino también en la relación médico-paciente, en la adherencia, en el reconocimiento de este grupo históricamente marginado, en el empoderamiento de las personas mediante la participación social e incluso facilitando la educación social en un sentido bidireccional pues nos hemos nutrido de un concepto y forma de hacer salud complementario al modelo actual, un modelo heredado por los primero habitantes de este valle.