La princesa Anastasia y el dragón (un cuento requetefantástico de Camillo B.)
Había una vez en un castillo una princesa de nombre Anastasia.
Anastasia era muy linda, tenía el pelo rubio y largo, los ojos azules y llevaba un vestido azul con zapatillas azules. Un día un dragón atacó su castillo con pelotas de fuego, un kalashnikov y un bazooka. El dragón con sus terribles armas destruyó el castillo.
La princesa, que tenía todas las habilidades de su primo Superman, logró escaparse del castillo volando como un ave. Luego fue a la cueva del dragón y lo mató con un Rasengan que había aprendido del ninja Naruto. El día siguiente conoció un hermoso príncipe de un pueblo lejano; él se llamaba Cristiano y era el mejor jugador de fútbol de su pueblo. Así Anastasia y Cristiano se enamoraron, se casaron y reconstruyeron el castillo con el dinero que ganaba Cristiano con sus piernas.
Colorín colorado este cuento se ha acabado.
El pájaro que se enamoró de la perlas de María
(Un cuento maravilloso y tragicómico de Luisa C.)
Érase una vez una chica que se llamaba María.
María era muy pobre y no tenía los padres. Trabajaba mucho para sus hermanos que eran muy pequeños.
Estaba muy triste porque no tenía dinero. Una noche, mientras estaba llorando y mirando el techo, vio un hada que le preguntó por qué estaba tan triste y María le dijo el motivo. El hada la mañana siguiente le regaló un maravilloso vestido.
María era muy hermosa y un príncipe la vio y se enamoró. El príncipe la invitó al baile en su castillo. María era muy feliz y aceptó la invitación.
Para ir al castillo debía cruzar el bosque y mientras estaba yendo un pájaro se enamoró de su traje lleno de perlas. El pájaro quería esas perlas, entonces pensó quejarse para atraer la atención de María. Le dijo que había perdido su sombrero lleno de diamantes y le pidió ayuda. María aceptó, pero, mientras buscaban el sombrero, el pájaro la cerró en una jaula y comenzó a quitarle todas las perlas de vestido.
María estaba desesperada y rezó en todos las lenguas que conocía, pero él no escuchó las palabras de María.
Solo después de quitarle todas las perlas, el pájaro la liberó y se marchó, y María siguió llorando.
Ahora el vestido era un trapo y ella se avergonzaba mucho.
Cuando llegó al castillo el príncipe le preguntó: “Qué ha sucedido?”.
María le explicó todo y también el príncipe se puso triste. Entonces ordenó a sus sirvientes de darle un nuevo vestido.
Los dos, después esa, noche se enamoraron aún más y decidieron casarse. Desde entonces María y sus hermanos vivieron felices en el castillo.
Después de un año, el pájaro tenía un fuerte sentido de culpa, entonces fue al castillo para dar las perlas a María.
Los príncipes, felices, se lo comieron.
El príncipe triste
(Un cuento de hadas romántico de Federica S.)
Había una vez una bruja que se llamaba Helena.
Helena estaba locamente enamorada del príncipe Carlos. Él era un chico hermoso y alto, con pelo moreno y ondulado y ojos verdes; pero su mejor cualidad era la simpatía y la sonrisa.
Helena le declaró su amor en una fiesta, pero él no la amaba.
El día siguiente ella, enfadada y afligida, le hizo un hechizo que lo hizo estar siempre triste.
La maldición, pero, podría ser rota solamente por una persona que lo amaba como la bruja.
Pasaron años y años de tristeza, porque el príncipe no podía encontrar su verdadero amor, su alma gemela.
Un día el príncipe fue al bosque para encontrar un poco de tranquilidad y sintió un grito: una chica estaba llorando. Se acercó, se presentó y le preguntó por qué estaba llorando.
La chica se secó la cara y le dijo que se llamaba Ariana y que estaba bien.
Hablaron horas y horas hasta que se hizo noche; se despidieron y decidieron reunirse de nuevo a la misma hora del día siguiente.
A partir de ese día, se encontraron muchas veces y en estos días el príncipe era simpático y alegre: el hechizo se había roto.
Después de un año de reuniones en el bosque, el príncipe se casó con Ariana y vivieron felices para siempre.
Y colorín colorado este cuento ha terminado.
La chica de pelo verde
(Un cuento de amistad de Elena V.)
Había una vez una chica que se llamaba Soledad que tenía el pelo verde y por eso no salía casi nunca de casa. Todos los días iba sola sola a la escuela y volvía a su casa llorando porque sus compañeros le tomaban el pelo por el color del pelo.
Soledad quería crecer como todas las chicas de su edad, quería tener una amiga del corazón para divertirse, pero todas las personas de su escuela la evitaban. Un día, enfadada con el mundo, se escapó de casa. Paseando por la calle, encontró una chica de su edad. Esta chica tenía el pelo corto y rubio y los ojos azules. “Hola” dijo Soledad y la chica la miró y respondió con una sonrisa a su saludo. “Yo me llamo Soledad, ¿y tú?” Soledad quería empezar una conversación con esta chica y, por fin, la chica respondió: “Yo me llamo Amanda.”
Todo el tiempo las chicas hablaron y descubrieron muchas cosas en común. Amanda amaba jugar con las muñecas y Soledad también. A Soledad le gustaba preparar tartas y a Amanda le gustaba comerlas. A las dos le gustaba pasear y cantar.
Cuando Soledad le dijo a Amanda porque estaba allí, Amanda se enfadó. Después Soledad decidió volver a casa con Amanda y cambiar el color de su pelo a castaño. Amanda fue a la escuela con ella y, cuando todos los chicos de la escuela vieron que Soledad tenía una amiga y que había cambiado color de su pelo empezaron a hablar con ella, pero Soledad prefirió seguir hablando con su nueva amiga Amanda.
Pakistandrino
(Un cuento humorístico de Mario P.)
Había una vez dos muchachos, Hódor y Caspio, que vivían en un pueblo llamado Pakistandrino.
Pakistandrino era un pueblo muy pequeño: un hechizo de una bruja mala no le permitía crecer y prosperar.
Pero nuestros dos valientes guerreros decidieron que tenían que hacer algo.
Un día, los dos emprendieron un viaje peligroso y largo; meses después de su salida, encontraron la casa de la bruja que había infligido la maldición.
Entraron y lo primero que vieron fue una muchacha que, en realidad, era la bruja disfrazada. Nuestros héroes no se hicieron engañar y la atacaron. Después de una batalla larga y peligrosa, derrotaron a la bruja.
Gracias a su coraje, Pakistradrino volvió libre y próspera como todavía es hoy que todo el mundo la conoce como Casandrino.
El hechizo
(Un cuento de hadas y de amor de Grazia G)
Había una vez un príncipe que se llamaba Lucas.
Lucas era muy triste porque no había encontrado el amor de su vida.
Un día, mientras paseaba cerca del lago, vio una chica muy hermosa.
Al verla, el príncipe se enamoró, pero era muy tímido y no tenía el coraje de invitarla a cenar.
Durante muchos días fue al lago deseperado.
Un hada lo escuchó y el día siguiente hizo un hechizo a la chica.
La chica al encontrar al príncipe, se enamoró y empezarón a hablarse suavemente.
El hada fue cerca del príncipe y le dijo del hechizo.
Lucas y la chica se casaron y vivieron felices para siempre. Colorín colorado este cuento se ha acabado.
Caperucita de Forcella
(Un cuento alucinante de Federica S.)
Caperucita era una chica de 15 años que vivía en un barrio de Nápoles llamado Forcella. La madre le dijo que tenía que llevar una “pastiera”, un dulce típico de aquellas tierras, a su abuela que vivía en Piazza del Gesù; pero no tenía que pasar por Via Tribunali porque allí había muchos criminales y drogadictos.
Caperucita no escuchó a su madre y pasó por via Tribunali para ir a casa de su abuela, porque era el camino más corto. Aquí encontró un hombre que le dijo: “Hola guapa, que tienes en esta cesta?”
Caperucita le mostró el dulce y el hombre le propuso hacer un intercambio: su polvo blanco que curaba cualquier tipo de enfermedad en cambio de la “pastiera”.
Como su abuela estaba enferma, Caperucita aceptó y fue a casa de su viejita. Le llevó este polvo blanco, le dijo que este medicamento podría hacerla sentir mejor y se lo dio.
La abuela tomó el polvo y en una hora se sentía mucho más feliz y sin preocupaciones.
El problema es que quería su dosis de polvo cada día hasta que se hizo toxicómana y comenzó a robarle el dinero a la hija y a la nieta.
Cuando Caperucita y su madre se dieron cuenta de que la abuelita ya era una drogadependiente, la mandaron a un centro de desintoxicación donde la cuidaron haciéndole comer dulces napolitanos como “sfogliatelle”, “strufoli” y “pastiera”.
Colorín colorado este cuento se ha acabado y la abuela se ha engordado.
Un dono y una enseñanza
(Un cuento con moraleja finale de Salvatore V.)
Los padres de un chico que se llamaba Cristiano para navidad le compraron su lector mp3 preferido. Cristiano pasaba todo el tiempo escuchando música.
A Cristiano le gustaba mucho pasar el tiempo escuchando su mp3, pero los padres le dijeron que no tenía que utilizarlo en la calle.
Un día Cristiano desobedeció a los padres y, mientras escuchaba música en la calle, un coche lo atropelló y él entró en coma.
Después de algunos días se despertó y abrazó a sus padres disculpándose y diciendo que entendía la lección y no quería nunca más desobedecerles.
Historia de una tarea
(Un cuento de sueño de Maurizio G.)
Un niño mientras estaba haciendo su tarea, oyó un golpe en la ventana.
Se puso de pie y se quedó sin aliento porque vio un robot con forma de extraterrestre que lo asustó.
El niño le preguntó de dónde era y él respondió que venía de un planeta llamado Sirius.
El niño y el extraterrestre, hablando hablando, se hicieron amigos; al final el extraterrestre le preguntó si quería ir a ver a su planeta y él dijo que sí.
Llegado a su planeta, ocurrió algo extraño: el niño, al ver todos estos seres extraños, que le daban miedo comenzó a llamar a su madre…
Cuando su mamá le tocó el hombro, el chico se dio cuenta de que había hecho un mal sueño y comenzó a hacer su tarea que vosotros ahora estáis leyendo.
El vientre del tigre
(un cuento bestial de Ida y Federica)
Había una vez dos chicas a las que les gustaba ir al zoo, para ver muchos animales interesantes y feroces.
Un día se acercaron demasiado al tigre que trató de comerlas.
Las dos gritaban, pero nadie las escuchaba y así el tigre se las comió.
Los padres las buscaron por todo el jardín zoológico, pero no las encontraron.
Cuando llegaron cerca de la jaula del tigre, también ellos se acercaron demasiado y fueron devorados.
...Y desde entonces vivieron siempre juntos en el vientre de la bestia feroz.