e-Clase 6

Percibir un PROBLEMA de INVESTIGACIÓN (TEMA)   

LA PERCEPCIÓN DE UN PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN

El punto inicial del proceso de investigación es «encontrarse» con un problema, es decir, ser capaces de percibir algo «extraño» en la realidad, esto es, algo que [1] no tiene explicación o algo que [2] contradice lo conocido hasta ahora.

Lo anterior implica, que todo nuestro conocimiento personal—pero más específicamente los conceptos y teorías científicas aprendidas—son decisivas para la determinación de lo que somos capaces de percibir en la realidad, esto es, ser capaces de identificar algo como «algo» y reconocer algo como «problema».

En este sentido, un científico identifica una «cosa» como anómala o problemática porque la «ve» desde una teoría…«si no tuviera una teoría previa acerca de lo que debe ocurrir en la realidad, ningún acontecimiento [cosa] podría ser percibido como problemático» (Brown 1977, 117).

Esta es la razón principal, por la cual a muchos estudiantes les es difícil o simplemente no pueden identificar un problema de investigación. En otras palabras, carecen del conocimiento teórico que les permita reconocer objetos e identificar problemas, es decir, carecen de una «percepción entrenada» para la investigación.

Dicho de manera diferente, cuanto más conocimiento tenga un estudiante acerca de un tema o situación, más fácil le será identificar algo como problema.

PERCEPCIÓN SIGNIFICATIVA

Para poder obtener información de lo que veo (con mis ojos), es necesario que sea capaz de «identificar» lo que veo: esto es, saber QUÉ ES ese algo que veo.

En otras palabras, la cantidad de información que obtengo de ver, no sólo depende de mis ojos, sino también del conocimiento previo que llevo conmigo.

Por ejemplo, cuanto más conocimiento tenga de películas de Hollywood protagonizadas por Arnold Schwarzenegger y cuanto más conocimiento tenga de Historia y la Revolucion Rusa de 1917, más significativa y llena de sentido será la información que obtengo (extraigo) de «ver» con mis ojos la imagen inferior.

Por lo tanto, para que la percepción de ALGO (i.e. la imagen superior) tenga algún significado para mi, es decir, sea «significativa», depende de que ese ALGO esté integrado a la información o conocimiento que posea.

En este sentido, se distinguen dos formas de percepción: el simple «ver algo» y el «ver que algo es algo» (Hanson 1958). Cuando veo un objeto «como algo», se trata de un caso de PERCEPCIÓN SIGNIFICATIVA, es decir, el objeto no solo es percibido con los ojos, sino que está integrado al «acervo» de conocimientos especializados que poseo (Brown 1977). En otras palabras, hemos adquirido una «percepción entrenada» para la investigación (Polanyi 1969).

Explicado de modo diferente, la capacidad para identificar «objetos tales como un tubo de rayos catódicos…o una condrita carbonácea requiere una gran cantidad de información especializada, y en el proceso de obtención de ese conocimiento estamos también aprendiendo a ver [esos] objetos» (Brown 1977, 106). 

Por ejemplo, sólo alguien que posea un conocimiento suficiente en Astronomía y Meteoritos, VERÁ QUE el objeto de la imagen 1 es una condrita carbonácea y que sus características son «obviamente» diferentes a las de una acondrita eucrita (imagen 2).

LA PERCEPCIÓN CIENTÍFICA

Ahora veamos un claro ejemplo de percepción científica —entendida como «percepción entrenada» para la investigación—, tal como es descrita por Pierre Duhem (1954):

«Entremos en este laboratorio: acerquémonos a esta mesa repleta de tantos aparatos: una batería eléctrica, alambre de cobre envuelto en seda, recipientes llenos de mercurio, bobinas, una pequeña barra de hierro portando un espejo. Un observador introduce el vástago metálico de una varilla, montada en caucho, en unos pequeños agujeros; la varilla de hierro oscila y, por medio del espejo sujeto a ella, envía un rayo de luz hasta una regla de celuloide. Aquí tenemos, sin duda, un experimento; mediante la vibración de esta mancha de luz, el físico observa minuciosamente las oscilaciones del pedazo de hierro. Preguntémosle ahora por lo que está haciendo. ¿Contestará acaso; «Estoy estudiando las oscilaciones del pedazo de hierro portando este espejo»? No, nos dirá que está midiendo la resistencia eléctrica de una bobina. Si mostramos nuestra sorpresa y le preguntamos por el significado de estas palabras y la relación que tienen con los fenómenos que ha percibido y que al mismo tiempo hemos percibido también nosotros, contestará que nuestra pregunta necesitaría largas explicaciones y nos recomendará hacer algún curso de electricidad» (p. 145).

Como se puede concluir, para «ver» lo que se está ocurriendo en el laboratorio (percepción significativa) no solo hace falta ver con los ojos, sino que también es necesario que conozca varias teorías de la Física, «si no poseo este conocimiento no puedo ver que el científico está midiendo una resistencia eléctrica, ni tampoco ver una batería eléctrica, ni ver una regla [de celuloide], independientemente de la salud y agudeza de mi vista» (Brown 1977, 107).