Cuentos

LA VARITA MÁGICA. Por DELFIS.

Erase una vez hace muchísimos años,una niña pequeña. Vivía en una aldea muy modesta con su familia.

La niña era muy humilde y todo el mundo la llamaba Alba, porque había nacido al amanecer.

De ojos verdes y cabello rubio ayudaba en su casa a su madre.

Una mañana que estaba jugando con su hermano pequeño le dijo su madre:

-Toma. Te doy esta pequeña rama. No la pierdas. Es una varita mágica. Guárdala para hacer el bien y úsala con cuidado.

La niña se quedó mirando aquella pequeña rama. No tenía nada de particular. Era un palito de un árbol, un trozo de ramita.

Alba, siempre obediente, guardó su ramita en un cofrecito, debajo de su cama.

Transcurrían los días. Una tarde, la niña estaba jugando con sus amigos y decidió enseñar la varita que su madre le había dado. Se fueron a saltar y como la ramita era un estorbo, Alba, la dejó en el tronco de un árbol hueco.

Al finalizar su diversión, fueron a coger la ramita. Una de las amigas se adelantó y la escondió.

Alba se asustó mucho.

-!Aaah!. ¿Habéis visto mi varita?- dijo Alba muy nerviosa

-!La tengo yo...-contestó su amiga

En ese momento escucharon unos gritos.

Pablito gritaba pidiendo auxilio.

Todos los niños y las niñas salieron corriendo y vieron que Pablito se había caído al río.

Entonces, Alba, recordó las palabras de su madre.

-Este es el momento en que debo hacer el bien...-pensó la niña.

Rápidamente, arrebató a su amiga la varita y cerrando los ojos deseó con todas sus fuerzas que Pablito fuera un hermoso pájaro azul.

En ese momento, Pablito se transformó en un ave y salió de las aguas volando, hasta caer en la orilla convertido de nuevo en un niño.

Todos se abrazaron a Pablito y contentos aplaudían el milagro.

Todos los años. Los niños y niñas regresaban al río y recordaban juntos el prodigio.