Introducción
I Los beneficios del espíritu de despertamiento.
[1a] Respetuosamente me inclino
ante el Cuerpo de Verdad de los Sugatas;
ante sus Hijos, los Bodhisattvas
y ante todos aquellos dignos de homenajes.
[1b] Aquí presentaré
una síntesis de las vías de involucramiento
en los votos de los Bodhisattvas,
conforme a las Enseñanzas.
[2] Nada se expone aquí que no lo haya sido antes
y no soy yo hábil en el arte de componer.
También, he emprendido esto con la meta de impregnar con ello
a mi propio espíritu y no para alumbrar a los demás.
[3] Habituándome así a lo que es virtuoso
la potencia de mi fe irá creciendo [por] un tiempo;
si otros, igual de dichosos que yo, leen estas líneas,
ellos también se impregnarán con su sentido.
[4] Las libertades y las riquezas son difíciles de obtener;
dan a la condición humana toda su valía,
pero, si no saco provecho de ellas, ¿cómo en el porvenir
obtener condiciones que sean tan perfectas?
[5] Así como en una noche ensombrecida por las nubes
un relámpago ilumina todo el espacio un instante,
[así,] en este mundo, por el poder de los Budas,
un pensamiento positivo aparece, fugazmente.
[6a] Por esta razón, la virtud es siempre débil
y las fuerzas del mal, intensas e inagotables.
[6b] ¿Qué otra virtud podría vérselas con ellas,
fuera del perfecto espíritu de Despertar?
[7] Tras haberlo contemplado durante edades [enteras]
Todos los Munis han visto de él los beneficios;
es por él que la masa ilimitada de los seres
alcanzará, rápidamente, el estado de felicidad suprema.
[8] Quienquiera desee vencer la inmensa alarma del mundo,
alejar el sufrimiento de los seres
y gozar de infinita dicha,
no debe jamás desviarse del pensamiento de Despertar.
[9] Desde que hayan producido el pensamiento de Despertar,
los desgraciados aprisionados en la existencia cíclica
serán llamados los «Hijos de los Sugatas»;
serán venerados en el mundo por los humanos y los dioses.
[10] Como el elixir supremo que todo transforma en oro,
transformará él este cuerpo impuro que hemos tomado
En cuerpo de Vencedor, joya infinitamente preciosa.
Guardad pues, firmemente, este pensamiento de Despertar.
[11] Puesto que el único Guía de los seres, tras haber, por su espíritu ilimitado
llevado una investigación excelente y completa, lo ha reconocido [como]
precioso,
que aquellos que deseen liberarse de las moradas mundanas
Guarden resueltamente este precioso espíritu de Despertamiento.
[12] Todas las demás virtudes son como el bananero:
fructifica y de seguido se agota.
El celestial árbol del pensamiento de Despertar,
fructificando sin cese, jamás se agota.
[13] Reposándome en él como cuando movido por el miedo
me reposaría en un valeroso ser,
seré librado en un instante,
incluso si he cometido crímenes inmensurables.
¿Por qué, entonces, los seres vigilantes no se consagran a él?
[14] Es él como el fuego al final de una era,
que consume todo el mal en un instante.
El Protector Maitreya, el Sabio,
a Sudhana sus innumerables beneficios enseñó.
[15] En breve, hemos de saber
que el espíritu de Despertar tiene dos aspectos:
uno es el espíritu de aspiración
y el otro, el espíritu de involucramiento.
[16] Así como es bien conocida la diferencia
entre el deseo de partir y el acto de ir,
igual, los sabios han de conocer la diferencia
entre la aspiración y el involucramiento.
[17] Aunque el espíritu de aspiración al Despertar,
porta muchos frutos en la existencia condicionada,
no produce una incesante oleada
de beneficios, como el espíritu de involucramiento.
[18] Para aquel que despierta en sí, perfectamente,
este espíritu determinado a nunca renunciar
a liberar, completamente,
todas suertes de seres, en su infinitud,
[19] Desde ese momento,
incluso si está dormido o despreocupado,
surgirá, continuamente,
una fuerza de méritos vastos como el espacio.
[20] Para aquellos que aspiran al vehículo inferior,
todas estas razones han sido dadas
por el Tathagata mismo,
en el Discurso requerido por Subahu.
[21] Si el pensamiento de librar a los seres
de un dolor de cabeza, simplemente,
es un pensamiento tan salutífero
que hace amasar méritos inconcebibles,
[22] ¿Qué decir, entonces, de ese anhelo
de liberar a cada uno de su infinito sufrimiento
y de ese voto de que todos los seres
obtengan calidades ilimitadas?
[23] ¿Quién es capaz del deseo
de hacer el bien a un grado tal?
¿Nuestros padre y madre, los dioses, los ermitaños,
o el grande Brahma mismo?
[24] Si nunca han podido, ni siquiera en sueños,
tener este deseo para consigo mismos,
¿cómo los seres lo podrían
desarrollar para [con] otro?
[25] Un pensamiento tal, ser benéfico para los otros,
que los demás no han concebido ni siquiera para sí mismos,
es un pensamiento infinitamente precioso:
su nacimiento en el espíritu es de un resplandor sin precedente.
[26] ¿Cómo tomar la cabal medida
de los méritos que guarda este espíritu precioso,
causa de todas las dichas del mundo,
elixir que apacigua los sufrimientos de los seres?
[27] Si el simple pensamiento de ser benéfico
es superior a la ofrenda a los Budas,
¿qué decir del esfuerzo que tiende a establecer
a todos los seres en la dicha, sin excepción?
[28] Aunque deseosos de escapar del sufrimiento,
en realidad se precipitan hacia él;
Aunque buscan la dicha, en su ignorancia,
la destruyen como si fuese un enemigo.
[29] Pero quienquiera que esté privado de dicha
y por múltiples tormentos abrumado,
el espíritu de Despertar lo colma con todos los gozos,
y lo libera de todos los dolores.
[30] Disipa él incluso la ignorancia.
¿Dónde encontrar una virtud tal?
¿Dónde encontrar un amigo tal?
¿Dónde encontrar méritos tales?
[31] Si el acto de devolver una buena acción
es digno de algunos elogios,
¿qué decir del Bodhisattva,
que hace el bien sin hacerse [de] rogar?
[32] Aquél que da, a veces, a algunas personas,
con desprecio, un poco de magro alimento
suficiente, apenas, para medio día,
es alabado por el mundo como un virtuoso ser.
[33] ¿Qué decir, entonces, de la generosidad de aquel
que por largas duraciones [de tiempo] lleva a innumerables seres
hacia la insuperable felicidad de los Sugatas,
y que, así, satisface sus esperanzas todas?
[34] Quienquiera alimente pensamientos malévolos
hacia tales benefactores, los Hijos de los Vencedores,
morará en los infiernos por tantas eras
como haya tenido pensamientos, ha dicho el Muni.
[35a] Por el contrario, al hacer nacer un estado de espíritu elevado
los frutos de este se multiplicarán más aún.
[35b] Cuando los Bodhisattvas encuentran importantes obstáculos
en su espíritu no surge ningún mal;
sus virtudes crecen, naturalmente.
[36] Ante el cuerpo de aquél en donde ha nacido
esta sagrada joya del espíritu, me prosterno.
Trae el bienestar incluso a aquellos que lo perjudican;
en esa fuente de dicha tomo refugio.
II Revelamiento del mal
[1] Para mantener este precioso espíritu,
con todo mi corazón hago ofrendas
a los Tathagatas, al Santo Dharma, a las Tres Joyas sin mancha
y a los Hijos de los Vencedores, océanos de calidades.
[2] Todas las flores y todos los frutos,
todas los tipos de medicinas,
todas las joyas que existan en el mundo
y aguas puras y refrescantes.
[3] Montañas hechas con piedras preciosas,
verdes boscajes, sitios tranquilos y gozosos,
árboles celestiales ataviados con flores
frutales plegándose bajo el peso de los frutos;
[4] Inciensos, perfumes de los reinos celestiales,
árboles de pedrerías y los que atienden los anhelos,
lagos y estanques ornados por lotos,
donde resuena el melodioso canto de los cisnes.
[5] Cosechas espontáneas y todos los ornamentos
que son dignos de ser ofrendados,
todo lo que contienen las ilimitadas esferas del espacio;
todo lo que no pertenece a nadie.
[6] Creo todo ello en mi espíritu y lo ofrendo,
a los Budas y sus Hijos, supremos entre los seres.
Vosotros, Todos Compasivos, fuente de todas las calidades,
Miradme con bondad y aceptad estas ofrendas.
[7] Siendo pobre y desprovisto de méritos,
no tengo nada más para ofreceros.
Vosotros, Protectores, que anheláis el bien de los seres,
aceptad esto para mi bien, gracias a vuestros poderes.
[8] A los Vencedores y a sus Hijos
siempre ofrendaré todos mis cuerpos.
Vosotros, héroes supremos, aceptádme;
respetuosamente a vosotros me someto.
[9] Al estar bajo vuestra protección, perfectamente,
sin temer la existencia, seré útil para los seres.
Superaré todos mis antiguos actos negativos
y no cometeré más.
[10] A cuartos de baños perfumados deliciosamente,
con pisos de cristal de titilante brillo,
con pilares resplandecientes de joyas
y con baldaquines ataviados con centelleantes perlas,
[11] Ruego a los Tathagatas y sus Hijos
venir, al son de músicas y de cánticos;
lavar sus cuerpos con aguas perfumadas y puras,
vertidas desde numerosos cántaros preciosos.
[12] Seco sus cuerpos con incomparables tejidos,
inmaculados e impregnados de perfumes;
ofrendo a estos sublimes seres vestidos de colores
encantadores y perfumados con deliciosas fragancias.
[13] Con telas variadas, finas, suaves y celestiales
y cientos de supremos ornamentos
atavío a los Aryas Samantabhadra, Manjugosha,
Avalokiteshvara y los demás.
[14] Con exquisitos perfumes, cuyo olor
se difunde en millares de millones de mundos,
igual como se pule el oro puro y refinado,
unjo el radiante cuerpo de los todos los Munis.
[15] A estos Budas, altamente dignos de ofrendas,
ofrendo las flores odorantes, cual el mandara,
el utpala y el loto, guirnaldas
encantadoras y agradablemente dispuestas.
[16] Les ofrendo inciensos, cuyo perfume
embargante, se difunde en una masa de nubes;
así como alimentos celestiales
compuestos por variados manjares y bebidas.
[17] Ofrendo, igualmente, preciosas lámparas sublimes,
dispuestas sobre flores de dorados lotos;
sobre el suelo rociado con agua perfumada
disemino pétalos de delicadas flores.
[18] A aquellos que son de la naturaleza de la compasión
ofrendo incomparables palacios, resonantes de elogios,
titilantes con perlas y gemas suspendidas,
que ornan las extensiones del espacio sin límites.
[19] Bellas sombrillas preciosas, de dorado mango,
de contorno[s] ornamentado[s] de manera exquisita,
elegantes, rectas y cuya vista encanta al espíritu,
ofrendo siempre a los potentes Munis.
[20] Que además, puedan masas de ofrendas,
que resuenan dulces y melodiosas músicas,
permanecer, cada una, como nubes,
apaciguando la miseria de los seres.
[21] Que sobre las joyas del Dharma perfecto,
[sobre] los relicarios y las estatuas,
una lluvia de flores y de piedras preciosas,
caer pueda, sin cesar jamás.
[22] Al igual que Manyugosha y los demás
han hecho ofrendas a los Victoriosos,
hago ofrendas, también,
a los Tathagatas, Protectores y Bodhisattvas.
[23] A la gloria de este océano de calidades
canto un océano de melodiosas alabanzas:
que puedan estos dulces nubarrones de elogiosos cantos,
sin cese, subir hacia ellos.
[24] Ante todos los Budas de los tres tiempos,
ante el Dharma y a la asamblea suprema.
con tantos cuerpos como haya partículas
en este universo, me prosterno.
[25a] Ante las bases del espíritu de Despertar,
ante todos los relicarios, me prosterno;
[25b] Ante los abades y los grandes preceptores,
y ante los nobles practicantes, me prosterno.
[26] Hasta que haya alcanzado el Despertar,
en todos los Budas tomo refugio.
En el Santo Dharma y la asamblea de los Bodhisattvas,
tomo, igualmente, refugio.
[27] Con las manos juntas [en actitud] de plegaria,
suplico a los Budas y Bodhisattvas
que residen en las diez direcciones
y que poseen la gran compasión.
[28] En el transcurso de la existencia cíclica sin comienzo,
en esta vida, como en todas las demás,
contra mi agrado he hecho tanto mal,
o lo he hecho cometer por otros.
[29] Abrumado por la confusión y la ceguedad,
me he regocijado de todo aquello.
Ahora que percibo estos errores,
desde el fondo del corazón los confieso a los Protectores.
[30] Todo el mal cometido hacia las Tres Joyas,
hacia mis padres, mis maestros y demás,
por mi cuerpo, mi habla o mi espíritu,
bajo la influencia de las perturbaciones,
[31] todas las insoportables fechorías
que he cometido, manchado como estoy
por todos estos múltiples vicios,
los confieso a los Guías de todos los seres.
[32] Puede ser, sin embargo, que me alcance la muerte
antes de haber purificado mis faltas.
Protejédme, os ruego, para que sea
liberado rápidamente y seguramente.
[33] El Señor de la muerte, indigno de confianza,
[ya sea] que mi trabajo esté hecho o no, no esperará;
[ya sea] que esté enfermo o saludable,
esta efímera vida no es de fiar.
[34] Dejándo[lo] todo, debo solo partir.
Pero, al no haber comprendido esto,
por aquellos que son mis amigos, o los que no lo son,
he cometido todo tipo de fechorías.
[35] Los que no son mis amigos, [ya] no serán nada más
y aquellos que son mis amigos, tampoco.
Yo mismo no seré nada más;
igual, nada será más.
[36] Como una experiencia en sueño,
todas las cosas en las que me solazo
no serán más que del dominio de los recuerdos:
no volveré a ver más lo que pasado es.
[37] Incluso en esta vida tan breve
muchos enemigos o amigos forman parte del pasado.
Sin embargo, me quedan por afrontar
todas las fechorías insostenibles hacia ellos cometidas.
[38] Así, al no haber comprendido
que no soy más que pasajero,
he cometido numerosas fechorías
bajo el imperio de la ignorancia,
el apego y la aversión.
[39] No deteniéndose ni de noche ni de día,
continuamente esta vida se agota
y no se prolonga.
¿Por qué escaparía a la muerte?
[40] En mi lecho recostado,
aunque rodeado por la familia y los amigos,
debo hacer, solo, la experiencia
de sentir la vida dejarme.
[41] Cuando me aprehendan los mensajeros de la muerte,
¿para qué los amigos, para qué la familia?
Entonces, sólo los méritos me protegen,
pero no los he acumulado.
[42] ¡Oh Protectores!, yo que soy tan negligente,
inconsciente de tales terrores,
he cometido tantas fechorías
por esta impermanente vida.
[43] Si el condenado que se lleva para cortarle un miembro,
en ese mismo momento se aterroriza, si su boca se seca,
sus ojos [son] espantosos, cavados en sus órbitas,
y si se ha vuelto irreconocible,
[44] ¿qué decir, entonces, de aquel, completamente aterrado
por la enfermedad del gran pavor,
cuando sea asido por las encarnadas formas
de los horrorosos mensajeros de la muerte?
[45] «-¿Quién podría protegerme,
realmente, de este gran espanto?-».
Aterrorizado, con los ojos desorbitados,
buscaré un refugio en las cuatro direcciones.
[46] Al no ver ningún socorro,
me sumiré en una total aflicción.
Si no hay, ahí, protección ninguna,
entonces, ¿qué bien hacer podría?
[47] Es por lo que tomo refugio, desde hoy,
en los Victoriosos, los Protectores,
aquellos que se esfuerzan en proteger a los seres
y que por cuyo gran poder aniquilan todos los miedos.
[48] Tomo refugio, también, con todo mi corazón,
en el Dharma que ellos han comprendido
y que suprime los miedos de la existencia cíclica,
así como en la asamblea de los Bodhisattvas.
[49] Animado por un profundo miedo,
me ofrendo a Samantabhadra;
igualmente, a Manjugosha
hago ofrenda de mi cuerpo.
[50] Al Protector Avalokiteshvara,
a él, quien actúa con una infalible compasión,
dirijo un lamento, exclamando:
«¡Proteged al desalmado que soy!».
[51] Buscando una protección,
con todo mi corazón imploro
a los Aryas Akashagarbha, Ksitigarbha
y todos los demás protectores compasivos.
[52] Tomo refugio en Vajrapani,
a la vista de quien los mensajeros de la muerte
y los otros, aterrorizados,
en las cuatro direcciones, huyen.
[53] En el pasado no he observado vuestros consejos;
pero ahora, a la vista de este tormento,
tomando refugio en vos con todo mi corazón
ruego por que el miedo sea aniquilado prestamente.
[54] Si, ya espantado por una ordinaria enfermedad,
hay que seguir los consejos del médico,
¿qué decir tiene, entonces, que lo hay, cuando, perpetuamente,
soy alcanzado por centenares de males, tal como el deseo?
[55] Si todos los seres vivientes en este mundo,
podrían ser aniquilados por uno sólo de esos males,
y si, para curarlos, ninguna otra medicina
pudiere ser encontrada en todos los rincones del universo,
[56] entonces, la intención de no seguir los consejos
dados por los médicos omniscientes
para curar todas las tribulaciones,
daría testimonio de una enorme y despreciable ignorancia.
[57] Si hay ya lugar para tener cuidado
al abordar un pequeño precipicio ordinario,
¿qué decir, entonces, de ese precipicio insondable,
abierto con una profundidad de millares de leguas?
[58] Es inconveniente que me divierta,
diciéndome: «Hoy no moriré»,
pues el momento en que [ya] no seré más
vendrá, indudablemente.
[59] ¿Quién puede concederme los estados sin miedo?
¿Cómo librarme de todo esto con certeza?
Si es certero que no seré más,
¿cómo puedo tener tranquilo el espíritu?
[60] Las experiencias del pasado, están acabadas:
¿Qué me queda de ellas, ahora?
A causa de mi apasionado apego a todo ello,
he ido en contra de los consejos del maestro.
[61] Si, tras haber abandonado a mis parientes, mis amigos e incluso mi vida,
debo hacer frente, sin compañía, a un destino incierto,
¿para qué pueden servirnos
aquellos que son nuestros amigos y aquellos que no lo son?
[62] «¿Cómo librarme, de manera certera,
de las acciones negativas, fuente del sufrimiento?»
De este modo, noche y día,
no debo reflexionar más que en ello.
[63] Todas las acciones negativas que bien he podido cometer,
por equivocación y ceguedad,
[ya] sean acciones negativas por naturaleza
o verdaderas transgresiones,
[64] Todo ello lo confieso
en presencia de los Protectores;
prosternándome una vez y otra vez, [con] las manos juntas,
con el espíritu aterrorizado por los sufrimientos.
[65] ¡Que todos los Guías del mundo escuchen,
claramente, mis errores y mis faltas.
Como esas acciones no son -en absoluto- positivas,
en el porvenir no las cometeré más.
III Adopción del espíritu de Despertar
[1] Me regocijo de todo corazón en la virtud que apacigua
los suplicios de los habitantes de los reinos inferiores,
que establecen en la dicha
a todos los seres que padecen sufrimiento.
[2] Me regocijo en las virtudes acumuladas, causa del Despertar.
me regocijo en el que los encarnados seres
sean definitivamente liberados
de las miserias de la existencia cíclica.
[3] Me regocijo en la Vigilia de aquellos que nos protegen
y en los niveles espirituales de los Hijos del Vencedor.
[4] En el océano de virtudes que crea la generación
del espíritu de Despertamiento, fuente de beneficios para todos los seres,
y también en las obras que les son provechosas,
con un gran gozo, me regocijo.
[5] [Con] las manos juntas suplico
a los Budas de todas las direcciones:
«-Que pueda la tea de la Doctrina alumbrar a los seres
que van a tientas en las tinieblas del sufrimiento-».
[6] [Con] las manos juntas suplico
a los Budas que deseen pasar al nirvana:
«-No dejéis a los seres errar cual ciegos,
pero quered permanecer por edades sin número-».
[7] Así, que puedan las virtudes
que he reunido aquí,
elimiinar enteramente
el sufrimiento de todos los seres.
[8] Que sea yo el médico y la medicina,
que sea el enfermero también,
por tanto [tiempo] como los seres estén enfermos
y hasta que sean todos curados.
[9] Que pueda caer una lluvia de alimentos y bebidas,
para eliminar los estragos del hambre y la sed.
Y que durante la era de la hambruna,
que devenga yo mismo en bebida y alimento.
[10] Que pueda yo devenir en un inagotable tesoro
para los pobres y los desvalidos.
pueda devenir en todo lo que necesitan
y que ello les sea accesible fácilmente.
[11] Mi cuerpo, mis bienes e igualmente
todas mis virtudes de los tres tiempos
los daré, sin ningún reparo,
para cumplir el bien de todos los seres.
[12] Todo donar lleva más allá del sufrimiento;
mi espíritu alcanzará ese estado más allá [.]
Como de todas maneras deberé abandonar todo,
más vale darlo a los seres.
[13] Tras haber hecho ofrenda de mi cuerpo
a todos los seres encarnados,
que hagan con él, siempre, lo que quieran:
que lo maten, lo golpeen o lo maldigan.
[14] Que se diviertan, incluso, con mi cuerpo,
o que hagan de él un objeto de escarnio;
puesto que se lo he regalado,
¿para qué protegerlo?
[15a] Que dispongan de mi cuerpo según su voluntad
con tal que no sea fuente de perjuicio.
[15b] Que nunca
les sea inútil.
[16] Que la cólera o la falta de confianza
sentidos por algunos contra mí
pueda siempre convertirse, para ellos, en la causa
para realizar todos sus designios!
[17] Que aquellos que se burlan de mí,
me hacen daño o me insultan,
puedan tener la buena fortuna
de alcanzar la Iluminación.
[18] Que devenga en un protector para aquellos que no lo tienen,
en un guía para aquellos que caminan.
Para todos los que anhelan cruzar,
que devenga yo en barca, navío o puente.
[19] Que devenga en una isla para quien busca una isla,
en una luz para quien desea una luz;
que devenga en una morada para quien busca una morada
y en un esclavo para quien desee un esclavo.
[20] Que me convierta en gema que cumple los anhelos,
jarrón precioso, medicina potente, o mantra eficaz.
Que me convierta en el árbol que atiende los anhelos
o en una vaca que satisfaga los deseos de los seres.
[21] Como los grandes elementos, cuales la tierra
y el espacio, que siempre pueda yo
ser una variedad de soportes
para la vida de los innumerables seres.
[22] Y hasta que pasen más allá de las penas,
que pueda, por todas las maneras,
ser una fuente de vida para el conjunto de los mundos de los seres
que alcanzan [hasta] los confines del espacio. [@]
[23] Así como los Sugatas de antaño
han dado nacimiento al espíritu de Despertamiento
y han recorrido las etapas
de las prácticas de los Bodhisattvas,
[24] Así, por el bien de los seres,
haré nacer el espíritu de Despertar;
como ellos, me aplicaré a estas prácticas
Y recorreré sus etapas.
[25] He aquí pues, cómo los Sabios
que han asido firmemente este espíritu,
para desarrollarlo más aún,
deben glorificar el espíritu de Despertar:
[26] Presentemente mi vida ha fructificado;
he obtenido una preciosa existencia humana.
Hoy he nacido en la familia de los Budas,
he devenido en un Hijo de los Budas.
[27] A partir de ahora, que no haga
nada que no esté en concordancia con mi familia;
no debo alterar
este noble y puro linaje.
[28] Como un ciego que ha encontrado
una gema dentro de un montón de polvo,
igual ha nacido en mí este espíritu de Despertar:
un extremadamente raro acontecimiento.
[29] Es él el supremo néctar
que triunfa sobre la muerte en la transmigración,
es él el inagotable tesoro
que elimina la pobreza de los seres.
[30] Es él la medicina suprema
que apacigua las enfermedades del mundo;
el árbol que invita a reposo
[par]a aquellos que erran, cansados, sobre los caminos de la existencia.
[31a] Es el puente universal que deja
escapar a todos los seres de los reinos inferiores;
[31b] Es la luna creciente del espíritu
que calma la tormenta de las perturbaciones.
[32a] Es el gran sol que pone un fin
a las equivocaciones y las vastas turbaciones de este mundo.
[32b] Es la quintaescencial mantequilla producida
cuando la leche de la Santa Doctrina es batida.
[33] Puesto que para aquellos que recorren los caminos de la existencia,
los transmigrantes, huéspedes que desean gozar la dicha,
esto es el medio supremo conducente a la felicidad,
por él estos huéspedes de honor serán completamente satisfechos.
[34] Hoy, en presencia de todos los Protectores,
invito a los seres a la felicidad última
y, mientras tanto, a la dicha temporal.
Que dioses, semidioses, todos, sean felices.