Singladura 2020 Grecia Egeo Occidental

En noviembre del 2019 un grupo de 8 habituales amigos-navegantes gestamos una singladura especial por el Egeo. Por primera vez navegaríamos juntos dos semanas, cuando siempre lo habíamos hecho sólo una. Todo un reto humano y también económico. El barco se contrató en diciembre. Y en marzo... ¡estábamos todos confinados por el Covid! Tras muchas dudas sobre si continuar o no, así como reajustes en la tripulación, al final el viaje se mantuvo en sus fechas originales: 25 de julio a 8 de agosto. La suerte condujo a que en esas fechas se relajasen las medidas de movilidad y que nadie estuviera enfermo.

Así que, volamos a Atenas el 24 y, tras la protocolaria prueba PCR en el aeropuerto a la llegada, embarcábamos el día 25 en nuestro flamante Bavaria 46. Un barco cómodo y de bañera inmensa como se aprecia en las siguientes imágenes. El grupo lo conformamos:

Carola, Eugenia, Inma, Juli, Emma, Susana, Manolo y Luis

Dejamos a continuación el Cuaderno de Bitácora de la aventura que, dada la situación, resultó un regalo del cielo.


Cuaderno de Bitácora

El punto de partida era el puerto de Lavrio, a unos 50 km. de Atenas. Desde allí nos dirigimos hacia el oeste, huyendo del meltemi (viento intenso del norte) en el centro del Egeo. Recorrimos la costa del Peloponeso, entrando hasta el fondo del Golfo Argólico, donde se encuentra la ciudad de Navplio. De ahí seguimos al sur, doblando el cabo Maleas para alcanzar la bellísima isla de Elafonisos.

El meltemi proporcionó finalmente una tregua. Así que pudimos regresar a Lavrio por las islas occidentales del Egeo, tras una travesía nocturna que nos llevó de Elafonisos a Milos. Detallamos a continuación día a día.

25 - julio: Embarcamos en el puerto de Lavrio (1). El velero presenta bastantes defectos, se ve que no está bien mantenido. El principal, que no funciona la toma de 12 volt. en la mesa de cartas, imprescindible para cargar los móviles. Además, un retrete no traga y el piloto automático arroja un error de tan sólo... 20 grados!! Aún así, zarpamos al atardecer, enganchando el cabo del muerto a la salida con la orza, lo que obliga a abortar la maniobra y rehacerla... buen arranque! Fondeamos y pasamos la noche en Sounio (2), bajo el maravilloso templo de Poseidón.

26 - julio: Entramos en el puerto de Poros (3), delante de Marina Vikos, para solucionar los problemas. Atraque difícil, con bastante viento lateral y echando el ancla en un canal con bastante tránsito. No queda otra que encomendarse al cielo y esperar que la cadena no se enrede con las adyacentes. Arreglan todo menos el piloto automático (según la empresa, no pasa nada por un "errorcito" de 20º). Por la tarde-noche fondeo en Eliés, al oeste de la bahía de Poros.

27 - julio: Fondeo maravilloso en Nisis Spathi, con aguas cristalinas (4). Por la tarde metemos el morro en el puerto de Idhra y nos dirigimos a Ormos Kapari (5), junto a Ermioni. Una bahía muy amplia y plácida donde pasamos la noche. Deja de funcionar la radio de VHF. Decidimos dirigirnos hacia el golfo Argólico por el temporal de meltemi que acechará en los días siguientes afectando a todo el Egeo.

28 - julio: Al zarpar nuestra ancla engancha un cabo bien grueso de un muerto abandonado. Ya es casualidad acertar con tal pesca, dado que la bahía es inmensa y aparentemente vacía de boyas o muertos. Decidimos cortarlo para poder salir. Navegamos bastante a vela en dirección a Spetzes. Fondeamos a mediodía en una bahía frente a la isla (6). Por la tarde zarpamos en dirección a Navplio y fondeamos en Ormos Karathona (7), una amplia playa a sólo 2 millas de la ciudad. Un poco ruidosa, con gente, coches, música y macarreo que, por suerte, se disipa al avanzar la noche.

29 - julio: Entramos en Navplio (8) con mucho viento. Compramos comida. Cogemos agua y fuel. Reparamos la radio VHF. Paseamos, comemos y cenamos en tavernas maravillosas. Y al atardecer visitamos Akronavplia, el fuerte medieval sobre la ciudad.

30 - julio: Zarpamos bien provistos de un espléndido lote de dulces griegos que agencio en la zajaroplastio "La Central". El pack incluye mi dulce favorito, "bougatsa" y otro de naranja que no se le queda atrás. Se incorporan también a bordo sendas macetas de albahaca y hierbabuena, adquiridas por Carola y Susana... es nuestra iniciación a la horticultura marina, descubriendo que suponen una grata compañia! Nos dirigimos a Ormos Vourlia (9), ensenada en el norte del golfo Argólico. No fondeamos porque sopla un viento muy fuerte y hay mucha profundidad. Así que cambiamos rumbo hacia el oeste, a Astros (10). Fondeamos en la bahía. Bella vista de toda la Arcadia.

Visitando el puerto de Idhra

Temporal de Meltemi en todo el Egeo

Marineras en Kipárisi

31 - julio: Levantamos el fondeo tras una noche plácida. Fondo de lodo y algas que mancha mucho la cadena. Entramos en el puerto de Astros, amarrados de costado. Bella población. Nos damos un desayuno tremendo en una terraza y subimos al castillo. Fantásticas vistas de toda la Arcadia. Zarpamos a mediodía rumbo a Ormos Fokianos (11). Fondeamos a 11 metros en arena (hay roca cerca de la playa, el resto de la bahía es arena). Delicioso paseo al atardecer por el valle, lleno de olivos, algarrobos, higueras, madroños, etc... Cerveza en la taberna de la playa con una gran fuente de patatas recién fritas que nos ofrece una gentil y dispuesta tabernera.

1- agosto: Amanecer delicioso en Fokianos. Recorremos la ensenada con el dinghy explorando sus encantadoras calitas. Avanzada la mañana zarpamos hacia el sur rumbo a Kipárisi (12). Disfrutamos de un fondeo fantástico en su lado sur. Comemos y tomamos un café en su pequeño puerto. Con un poco de retraso, levantamos anclas a primera hora de la tarde rumbo a Monembasia (13). Llegamos ya de noche, realizando un atraque terrorífico en su atestado y estrecho puertecito. Hay que echar la cadena sin luz, pocas referencias y con sondas de... sólo dos metros!! Por suerte todo sale bien y el premio llega en forma de homenaje gastronómico: pescados variados, amén de otras delicatessen griegas, en la terraza de una monísima taberna próxima al puerto.

2 - agosto: Visitamos muy temprano Monembasia, para evitar el calor y la turistada. Al regresar, llenamos los tanques de agua gracias a una manguera muy larga que nos prestan en un barco vecino, pues hay un único grifo en el inicio del pantalán. Antes de salir, buceo par echar un vistazo a las anclas y me llevo una alucinante sorpresa: en un hueco del fondo, entre ellas, reposa tranquilamente una inmensa tortuga de un metro de diámetro aproximadamente. Continuamos nuestro periplo hacia el sur y superamos el temible cabo Maleas, extremo meridional del Peloponeso. Mil leyendas se han escrito sobre él, desde tiempos arcaicos, y vive dios que son fundadas. Al doblar el cabo nos topamos con un viento del través de unos 35 nudos!! Hemos de recorrer así unas 10 millas. Por suerte, como llega de tierra, no levanta mucha ola, pero nuestro barco se escora acusadamente y me obliga a gobernarlo a mano bien asegurado, ya que el piloto automático se vuelve un poco loco. Al caer la tarde llegamos a la isla de Elafonisos (14), fondeando en Ormos Frangos.

Estrés a bordo...

Elafonisos, nuestro barco en la bahía

En la Arcadia !

Explorando el paraíso de Elafonisos...

3 - agosto: Circunnavegamos la isla hacia el oeste, con intención de fondear por allí, pero resulta imposible por el intenso viento. Son los coletazos de un fuerte temporal de meltemi que azota todo el Egeo. Regresamos al sur y recalamos en Ormos Sarinikó, immensa bahía protegida de aguas turquesas. Con una interminable playa y fondos de arena, paraje bellísimo, perfecto para fondear y abandonarnos al relax y los baños. Avanzada la tarde bajamos a tierra y subimos un promontorio desde el que se divisa toda la isla y la costa cercana del Peloponeso. Al caer la noche nos visita la luna llena. Después de días intensos de navegación huyendo del meltemi, Elafonisos nos regala una paz y unos momentos increibles!

4 - agosto: Pasamos la mañana tranquilos. Después de comer partimos y realizamos un atraque de un par de horas en Neápolis (15) para coger fuel y algo de comida. Se trata de un pequeño muelle de dificultoso atraque sólo de costado donde, después de llamar por teléfono y hacerme entender en mi precario griego, conseguimos que nos traigan fuel en bidones que hay que vaciar pacientemente. Al caer la tarde zarpamos en travesía nocturna hacia Milos, a unas 60 millas de distancia.

5 - agosto: Travesía muy plácida hacia Milos, tras evitar los innumerables cargueros que transitan cerca del cabo Maleas, una de las zonas de más tráfico en el Mediterráneo. Arribamos a las 7 de la mañana a Nisos Kímolos, junto a Milos, y fondeamos en Ormos Apollonia (16). A mediodía nos dirigimos a a Nisos Polyagos y fondeamos en Manolonisi (17), precioso paraje de aguas azules aunque incómodo por el intenso viento y la cantidad de barcos que lo frecuentan. Por la tarde navegamos hacia Sifnos y fondeamos en la bahía de Faros (18) para pasar la noche. Lugar maravilloso con un puertecito de pescadores. Damos un paseo por la costa hasta la ermita de Agios Jaralampos y cenamos en una también maravillosa taberna con las mesas en la misma orilla de la playa.

6 - agosto: Partimos hacia Sérifos. Fondeo a mediodía en en Ormos Psili Ammos (19), cala agradable pero atestada de barcos, donde cruzamos la cadena con otro barco al fondear y nos echan los perros. Buceo hasta el fondo y muevo el ancla a mano para descruzarla... ¡una nueva experiencia! Navegamos hacia el norte hasta Kithnos para pasar la noche fondeados en Ormos Apokriosis (20). Bahía muy tranquila, con buen fondeo de arena.

Llegando a Faros, en Sifnos

Paseo vespertino por Faros

A comer !

7 - agosto: Zarpamos hacia Kea. Intentamos un fondeo a mediodía en Ormos Polais, pero el mar está revuelto y el poco espacio que ofrece la cala se encuentra ocupado por otros barcos. Así que seguimos hacia el norte por su cara este y fondeamos en Ormos Khalidohniki (21). Bella bahía con un buen fondeo de arena. Regresamos a Lavrio (22) por la tarde con un buen rollo inmenso en el cuerpo. Han sido dos semanas espectaculares en las que hemos sorteado un meltemi muy intenso y hemos tenido la suerte de disfrutar de lo lindo, mientras el resto de la humanidad se encuentra atribulada por la pandemia.

8 - agosto: El desembarque resulta un tanto desagradable, pues la compañía de alquiler, Hermes Yachting, nos atribuye de un desperfecto ficticio en la hélice de proa y arrampla 200 Euros de la fianza. Confirma lo que ya sospechábamos en el embarque, que son bastante piratas y poco profesionales. Superado el trance, tras pasear por el pueblo de Lavrio y darnos el último homenaje en una taberna, volamos sin contratiempos a Madrid, donde algunos tripulantes arrancan una nueva y maravillosa aventura, pero esa es ya otra historia.

Tripulación al completo en el último fondeo de la singladura
Caras felices y relajadas tras un inolvidable periplo de 14 días!
Dejamos a continuación un magnífico fotoreportaje realizado por nuestra especial fotógrafa Susana
Seguido de unos vídeos con momentos varios del viaje