Las obras a exponer corresponden al año 2020 y se realizaron en el contexto del confinamiento. Las acciones artísticas diseñadas ya tienen esta temática: cuerpos perdidos, y enfrascados, mirando al techo, y abriendo las ventanas. Y por último, abstracción desde el fragmento, para mirar de cerca y apreciar la belleza de los detalles.

Cada uno de los espacios expositivos ha sido pensado y diseñado (y rediseñado) teniendo en cuenta estos conceptos, para que la propia arquitectura forme parte de la obra a exponer: como una extensión física de la obra bidimensional, como contraste, o como ampliación conceptual. Se ha trabajado para que los espacios sean dinámicos, como un juego, y que a la vez, se alineen con las sensaciones que  trasmite la propia obra.

Adaptar el espacio arquitectónico a la obra a exponer se vuelve factible con los espacios virtuales. Comenzamos así una nueva forma de pensar las exposiciones y la transmisión del mensaje artístico. Las diferentes formas de visualización y la inmersión total con la Realidad Virtual, suponen un salto cualitativo y lleno de oportunidades para los artistas, para el aprendizaje, para la creación, la transmisión y el disfrute del arte.