Caspian miró los papeles en su escritorio, su mente estaba en otra parte. Habían pasado dos años desde que Edmund le fue arrebatado. Esos dos años habían sido un infierno. Intentar hacer que su mundo aceptara a los narnianos y recuperar la paz en toda Narnia había sido una lucha difícil, pero casi lo habían logrado.

Caspian suspiró, el momento en que Edmund se fue estaba jugando en un bucle en su cabeza. Edmund miró a Peter sorprendido cuando anunció que regresaban a casa. La expresión de dolor que pronto apareció en el rostro de Edmund cuando miró a Caspian, pero antes de que Edmund y Caspian pudieran despedirse, Peter empujó a Edmund a través del portal de regreso a su mundo y eso fue todo, Edmund se había ido.

Caspian estaba preocupado por lo que podría suceder a continuación, si se vería obligado a casarse con alguien, para que pudieran continuar con la línea de sangre real. Sabía que los nobles estaban tratando de encontrarle una esposa, lo habían estado haciendo desde que Caspian fue coronado. Los Señores le habían presentado a Caspian a muchas mujeres bonitas y dulces, pero nadie le había traído los mismos sentimientos que Edmund. Caspian temía que la próxima vez que Edmund regresara a Narnia, como dijo Aslan, Caspian estaría muerto para ese momento. 

Hubo un golpe en la puerta que sacó a Caspian de sus pensamientos.

— Entra. — Dijo Caspian, la puerta se abrió revelando a uno de los guardias.

— Alteza, me disculpo por interrumpir, mientras trabaja, pero encontramos un cuerpo inconsciente en el bosque, lo llevamos con el sanador. — Dijo el guardia.

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