Habían pasado tres largos meses desde que los cuatro niños Pevensie habían regresado de Narnia después de la segunda batalla de Beruna y la coronación del príncipe Caspian. Los sueños de Lucy y Peter estaban obsesionados por los recuerdos de su época como reyes y reinas de la edad de oro de Narnia, ambos anhelando estar de regreso en Narnia con sus amigos. Sin embargo, los sueños de Edmund, el segundo niño más joven de los Pevensie, fueron perseguidos por cierto príncipe de cabello negro, ahora coronado como rey Caspian. El tiempo de la pareja juntos fue breve, sin aceptar la atracción mutua hasta después de la coronación y pronto se separaron el uno del otro.

Su última noche juntos (aunque la pareja no lo sabía). Edmund y Caspian habían pasado la noche pegados el uno al otro antes de escabullirse rápidamente para pasar tiempo solos. Edmund podía recordar todo lo que sucedió una vez que se cerraron las puertas. Edmund recordó la forma en que Caspian lo empujó hacia la cama, cómo Caspian presionó besos ligeros contra cada área expuesta mientras lentamente le quitaba la ropa. 

A Edmund le habían dolido las caderas cuando trató de moverse por la mañana, pero no tuvo mucho tiempo para pensar en eso, ya que Aslan le había ordenado a Caspian que convocará a los telmarines mientras Aslan hablaba con Peter y Susan a solas. Edmund no podía mentir que sus hermanos mayores teniendo una conversación tranquila con Aslan lo habían preocupado y, al final, tenía razón en estar preocupado. Se marchaban de Narnia de nuevo, pero esta vez, ellos o Peter y Susan lo habían elegido. Edmund no tuvo la oportunidad de despedirse de Caspian antes de que Peter lo llevara de regreso a su mundo.

Susan había descartado la existencia de Narnia una vez que regresaron e instantáneamente regresaron a su vida original. Edmund teorizó que era su forma de lidiar con la idea de que nunca volvería a poner un pie en Narnia si no existiera, entonces la pérdida no dolería tanto. Edmund se había retirado a sí mismo, se negó a hablar con sus hermanos, especialmente con Peter, que había tomado la decisión de regresar. A veces habla con Lucy que, al igual que él, no había querido irse, hablarían sobre lo que harían si alguna vez regresan a Narnia o sobre su edad dorada, pero cada vez que la conversación se dirigía hacia Caspian, Edmund se encerraba una vez más.

Era un recordatorio constante de que estaba atrapado aquí y Caspian estaba ahí. Lucy pronto se dio cuenta de que Caspian era un tema delicado para Edmund y se mantuvo alejado de Caspian cuando hablaron, por lo que Edmund estaba agradecido. Sin embargo, no impidió que Edmund se preguntará cuánto tiempo había pasado desde la última vez que Edmund había visto a Caspian, si Caspian había encontrado a alguien más o seguía soltero esperando a que Edmund regresará. Si todavía estaba vivo, a Edmund siempre le dolía pensar que Caspian ya no estaría vivo, un año entero para ellos había sido más de cien en Narnia, Edmund no quería pensar en cuánto tiempo había sido para Narnia esta vez.

Su madre había notado la diferencia en Edmund cuando lo visitó a él y a Peter en su internado, había tratado de obtener una respuesta de él, pero Edmund se cerró aún más. No podía hablarle de Narnia o Caspian, no es como si ella le creyera de todos modos.

Lentamente, Edmund se estaba recuperando y adaptándose a vivir en su mundo una vez más cuando todo se veía bien, su escuela hizo un viaje a una fábrica, fue durante las semanas donde el internado consiguió que los estudiantes experimentaran diferentes trabajos para ver qué querrían hacer en el futuro. El hombre que daba el recorrido tenía el pelo largo y castaño recogido en una pequeña cola de caballo, tenía ojos color chocolate y tez clara, se veía casi idéntico a Caspian. Casi. Cuando el hombre habló, no sonó en nada como Caspian, lo que sacó a Edmund de su trance. Otro recordatorio de que Edmund estaba atrapado aquí mientras Caspian vivía en Narnia.

Edmund ignoró los gritos de sus maestros y Peter mientras salía corriendo de la habitación, las lágrimas amenazaban con derramarse. No podía quedarse en esa habitación con el constante recordatorio idéntico de Caspian. Edmund no sabía hacia dónde estaba corriendo, pero mientras pusiera tanta distancia entre él y la copia de Caspian, sería feliz.

Edmund se derrumbó. Le dolían los pies. Le escocieron los ojos cuando Edmund finalmente permitió que las lágrimas cayeran. Su cabeza enterrada en sus desaliñados pantalones escolares mientras trataba de bloquear al mundo entero.

— ¡Edmund! — Gritó Peter mientras corría hacia Edmund, Edmund levantó la cabeza de mala gana preparándose mentalmente para la confrontación que iba a suceder. Pero cuando Edmund miró a Peter, se quedó helado.

— Hijo de Adam, hoy no es un día para enfurruñarse, fuiste arrancado de tu destino demasiado pronto, Narnia todavía te necesita. — Una voz familiar habló junto a Edmund, su cabeza giró en la dirección de la voz, sus ojos se agrandaron cuando miró a Aslan.

— ¿Qué quieres decir? — Edmund cuestionó. Una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Aslan mientras respiraba suavemente en el rostro de Edmund.

— Pronto lo descubrirás joven, Narnia necesita dos reyes y Caspian te necesita a ti. Espero que disfrutes de este regalo especial. — Aslan se rió entre dientes ante la confusión de Edmund. 

Los ojos de Edmund comenzaron a nublarse mientras Aslan se alejaba, pronto Edmund luchó por mantener los ojos abiertos por más tiempo y se rindió a la oscuridad.

༺❀༻