Desde que nacemos nuestro cerebro recibe estímulos sensoriales. Esto supone un proceso neurológico complejo de las sensaciones del propio cuerpo y del ambiente, sensaciones ligadas a las emociones que nos permiten relacionarnos adecuadamente con el medio y nuestros iguales. ¿Pero qué ocurre cuando nos dan miedo las alturas, evitamos que nos toquen, nos molestan los sonidos fuertes, tenemos limitaciones motoras, dificultades de comunicación, no podemos ver u oír, en definitiva no conectamos al 100% con lo que nos rodea?
La estimulación multisensorial Snoezelen surge con la intención de potenciar un entorno con entradas sensoriales que supongan estímulo, novedad, paz y seguridad, creando una relación especial con el entorno y el terapeuta, que supongan mejorar la calidad de vida, ofrecer bienestar, dar sentido al mundo y disfrutar.
En nuestra sede, a cargo de nuestra educadora y pedagoga María Mauri, con formación en atención temprana, neuroeducación y terapeuta internacional Snoezelen, se crean escenarios muy atractivos y especiales, con un ambiente mágico, en los que se estimulan los siete sentidos: vista, oído, olfato, gusto, tacto, vestibular y propioceptivo.
Se tratan de sesiones individuales, personalizadas, en función del perfil sensorial del usuario anteriormente evaluado y definido. Sesiones muy especiales, algunas de ellas temáticas, ambientadas en las estaciones del año, el espacio, lugares del mundo, etc., de 60 minutos de duración.
Estudios científicos avalan los beneficios de Snoezelen: reducir estereotipias y agresividad, mejorar la intención comunicativa y la sociabilidad, adquirir la capacidad de relajarse, mantener la concentración y el tiempo en una actividad. Así mismo, supone una terapia ideal de atención temprana en niños de 0 a 6 años.