UBICACIÓN
Ndokh es un poblado de la región de Fatick. Su población es de unos 300 habitantes. El pueblo se encuentra en el interior de Senegal, en plena sabana senegalesa. Ndokh no aparece en Google Maps pero sus coordenadas son 14°34'03"N 16°29'58"W. Se encuentra situado entre los poblados de Kaoul y Toukar. Kaoul y Toukar son poblados de mayor envergadura y mayor actividad.
Ndokh se caracteriza por el paisaje árido típico de la sabana, con árboles aislados y grandes como el baobab o la acacia. Ndokh está conectado con otros pueblos por caminos de tierra y el medio de transporte más común es el “cheval” o coche de caballos. Para ir a ciudades más grandes o distancias más largas, el medio de transporte más utilizado es el autobús o el "voiture collective". El taxi es caro y pocos son los que se lo pueden permitir.
ESTRUCTURA FAMILIAR
Ndokh es un pueblo que se compone de 45 familias. Los miembros de una misma familia suelen ocupar la misma extensión de terreno. Todo cercado por una valla. Por ejemplo, nosotros vivimos en la casa de Babacar Faye (presidente de la asociación local JAM BUGUM), la cual compartía recinto con su hermano y su hermana. Cada familia funciona de forma independiente pero comparten el espacio común del recinto vallado.
En la familia hay una clara diferenciación entre el rol del hombre y el rol de la mujer. El hombre es llamado “chief” o jefe de la familia y es el encargado de la toma de decisiones y control del dinero familiar. La mayoría de los hombres del pueblo se desplazan gran parte del año (nos dijeron que sobre 6 meses) a ciudades más grandes, especialmente Dakar, para trabajar en actividades como la construcción, para ganar el dinero necesario antes de volver a Ndokh. Su participación en las labores del hogar es prácticamente nula y se puede limitar a darle de comer al caballo o desplazarse al pueblo más cercano a comprar comida. El hombre tiene control absoluto del dinero, lo sacan del banco y le dan a las mujeres lo necesario para hacer alguna compra. Como anécdota, dimos unas donaciones a distintas familias. Necesitábamos cambio porque no llevábamos el dinero justo y tuvimos que esperar una hora a que el hombre volviera a casa. Las mujeres no tenían dinero o no podían tocarlo.
La mujer es el motor de la familia. Desde que se levanta se encarga de preparar la comida, limpiar y todo lo relacionado con el hogar. Durante el tiempo que estuvimos con la familia Fayé, fue siempre Daba (la mujer de Babacar) la que nos preparó el desayuno, el almuerzo y la cena. Siempre la veíamos en la casa preparando nuestra comida y la del resto de la familia.
Otras actividades desarrolladas por las mujeres son ir al pozo a por agua o al molino a moler la semilla con la que preparan el cuscús africano. Es muy fácil encontrarse mujeres llevando cubos en la cabeza con más de 5 Kg de semillas, andando varios kilómetros hasta el pueblo, porque es el único sitio donde hay un molino.
Todo esto lo realizan con el bebé en la espalda. Durante nuestra estancia allí, vimos a diario mujeres realizando todo tipo de actividades con el bebé a cuestas. Ellas se ocupan al 100% del cuidado de los niños y la participación del hombre es prácticamente nula. Esto es algo que se marca ya desde la infancia, ya que era común ver a las niñas de 5 o 6 años cuidando de los hermanos o hermanas más pequeños. La mujer también se dedica al comercio en los mercados vendiendo ropa o comida.
Los niños son muy numerosos en el pueblo, hay un alto índice de natalidad. Pudimos comprobar que la media de edad de los habitantes de Ndokh era bastante baja. Durante nuestra estancia allí pudimos distinguir dos situaciones diferentes. Durante la primera semana los niños tuvieron vacaciones de navidad, y vimos que realmente no tienen nada que hacer, ningún tipo de actividad complementaria, juguetes, nada. Vimos muchos niños desde 3 o 4 años hasta 11 o 12 años, solos por esa tierra árida sin nada a qué dedicar el tiempo. A poco que interactúas con ellos y haces algunos juegos, por muy simples que sean, te das cuenta de que están deseando encontrar a alguien para relacionarse. Eso sí, una vez juegues con ellos la primera vez, ya no pararán de buscarte todo el día y repetir los juegos. Durante la segunda semana los niños volvieron al colegio. Vimos que hay niños que iban todos los días al colegio de Ndokh y otros que seguían en la calle. Al preguntar, nos contaron que había niños que sólo iban al colegio musulmán para aprender el Corán algunos días de la semana.
Nos llamó mucho la atención ver a niños muy pequeños solos sin sus padres. De hecho nos encontramos muchas veces rodeados de niños que no sabíamos a qué familia pertenecían. Entonces nos dimos cuenta, que desde que los niños aprenden a andar, se hacen bastante independientes y se mueven libremente por el pueblo. Las madres no tienen tiempo, dedicando la totalidad de su tiempo a las tareas del hogar y al cuidado del bebé, prestando menos atención a los hermanos mayores.
Los niños también colaboran en la familia. Se dedican a actividades como el cuidado de los hermanos más pequeños o los que son más mayores, en el pequeño huerto del pueblo. En algún pueblo más grande de los alrededores, también se ven niños trabajando de dependientes en las tiendas, vendiendo fruta o agua en la calle.
AGUA, ELECTRICIDAD Y ALIMENTACIÓN
Gracias a CCONG, los habitantes de Ndokh tienen acceso al agua a través de dos pozos. Otras familias, tienen además, un punto de agua con contador en el patio conectado a la red de tuberías. Este grifo en el patio les permite llenar garrafas con agua para la ducha, lavar la ropa o cocinar. Todavía quedan familias sin conexión de agua en casa, viéndose obligadas a ir al pozo todos los días a llenar los bidones y garrafas.
Para el día a día de las familias, es fundamental tener ese grifo en el patio para poder acceder al agua sin el enorme esfuerzo, sobre todo para las mujeres y niños, que son los que principalmente van al pozo a por el agua. Ese tiempo y esfuerzo que supone esta mejora en las condiciones de vida, pueden dedicarlo a necesidades “secundarias” como la higiene, la salud o la atención a sus hijos. Es por ello, que después de analizar las necesidades de Ndokh, nuestras acciones como voluntario, se centraron en proveer de conexión de agua y electricidad a las máximas familias posibles.
En cuanto a la electricidad, existe un tendido eléctrico que pasa por el pueblo de Ndokh. Esto hace posible la distribución eléctrica a las familias. Pocas tienen la instalación eléctrica en casa, y aquellas que lo tienen, suele ser muy básica, algún enchufe y algunos puntos de luz. Estas instalaciones no cuentan con las protecciones adecuadas para choques eléctricos.
Durante la visita a las familias pudimos observar que muchas casas tenían una antigua instalación eléctrica con panel solar que instaló CCONG hace años. En casi su totalidad estaban sin funcionar. Las baterías no funcionaban o habían desaparecido. La mayoría de las casas no tenían el inversor y el cableado estaba en muy mal estado. Las instalaciones que requieren mantenimiento o algún recambio de piezas no son efectivas porque las acaban abandonando. No tienen conciencia del mantenimiento, además de la escasez de recursos económicos y de materiales. Las baterías e inversores son componentes caros. También vimos familias que estaban totalmente a oscuras de noche o sólo tenían algunas linternas solares. Otra de nuestras acciones fue la instalación de focos solares de alta capacidad para algunas familias.
El producto agrícola fundamental al que tienen acceso es el trigo de mijo. Este se usa para hacer el cuscús Thiere. Además, el cacahuete, que sirve para hacer la salsa. Es habitual ver en los patios de las casas a mujeres pelando cacahuetes durante todo el día, que luego machacan para hacer la salsa. El cuscús Thiere con salsa de cacahuete supone la dieta básica de la población, ya que pueden conseguir los ingredientes de la propia vegetación de la zona y hacerlos ellos mismos. Según el nivel económico de cada familia, pueden realizar 1, 2 o 3 comidas al día.
El huerto también ha contado con la colaboración de CCONG. Durante nuestra estancia, se revisó una nueva bomba de agua que se compró. Sin embargo, el huerto tiene poco rendimiento, en el momento de nuestra visita había sembrado únicamente cebolla. Es necesario mejorar las técnicas y los cultivos del mismo.