Introducción
La prevención de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) es fundamental para proteger la salud sexual y evitar complicaciones graves. Para prevenir estas infecciones, deben utilizarse preservativos durante las relaciones sexuales, ya que actúan como barrera contra muchos patógenos. Además, es recomendable realizarse pruebas regulares de ITS, especialmente si se tiene una vida sexual activa, y mantenga una comunicación abierta con las parejas sexuales sobre su salud son claves medidas. Evitar prácticas sexuales de riesgo, como tener múltiples parejas sin protección o compartir objetos contaminados, también ayuda a reducir el riesgo de transmisión. La educación sexual y el acceso a servicios de salud son fundamentales para una prevención efectiva.
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