CÓMO SABER SI TU PIERCING ESTÁ SANO

Que pregunta más difícil de responder ¡Por Dios! Y es que en el cuerpo humano pocas cosas cumplen un patrón establecido por el tiempo. ¿Cuánto tarda en curarse una gripa? ¿A que edad le salen los dientes a un bebé? ¿Cuántos centímetros crece el cabello en un año? «...».


Y así como estas, existen infinidad de preguntas cuya respuesta es lo más impreciso del mundo.

¿Cómo así? ¿Entonces usted que es el experto no me puede decir en cuanto tiempo va a estar completamente curado mi piercing?

Perdóname por ser tan reiterativo con el tema pero este proceso va a estar ligado a características muy particulares como lo son: la edad, el estado general de salud, los hábitos alimenticios, el consumo de medicamentos, de alimentos, de alcohol, de cigarrillo, de drogas, y como no... los cuidados que le hayas prestado durante los tres primeros meses después de su realización. 


Lo que si puedo hacer es enseñarte a realizar una inspección visual que te puede indicar en cual fase del proceso de curación va tu piercing de acuerdo a la forma en la que la piel abraza tu joya. 


Quiero que sepas que este ensayo es personal y lo estoy haciendo precisamente para saber el momento indicado para realizar el reemplazo de una joya. 


Esto no es algo que me hayan enseñado y no está sustentado en un estudio clínico; sino que es mi teoría, producto de la observación que he llevado a cabo en cientos de perforaciones a través del tiempo que llevo dedicado a mi amada profesión. 


Dicho esto... ¡entremos en materia!

FASE 1: RECHAZO.

Cada vez que un elemento extraño ingresa a nuestro cuerpo «Una pieza en un implante, la tinta en un tatuaje, un metal en una perforación, un virus...» lo primero que nuestro organismo hace es defenderse. Se activan nuestras células y todos sus sistemas e intentan repeler este ataque. 


En una perforación que es lo que en este momento nos compete, la manifestación se puede notar en la inflamación y coloración «enrojecimiento» de la piel. Es algo así como la apariencia de un volcán y la piel "trepa" sobre la superficie de la barra de la joya que usamos. 


Es imperativo que no cambies tu joya en este momento; y mucho menos si no estás AB-SO-LU-TA-MEN-TE seguro de que la joya que quieres utilizar es de titanio; tampoco te recomiendo usar joyas cuyo sistema de ajuste es a presión «joyas con cuñas de mariposa o de topito de silicona». 


La joya de iniciación tiene un poste lo suficientemente largo para permitir que esta inflamación se produzca sin que llegue a hacer presión en la piel ni encarnarse en los topes, es por eso que se requiere una joya de longitud invariable.

FASE 2: ACEPTACIÓN.

En esta etapa, la piel se relaja y la inflamación y el dolor ceden. Lo hacen porque las células han empezado a notar que no son capaces de eliminar el material extraño y que éste no amenaza con avanzar hacia órganos o sistemas vitales; entonces simplemente intentan adaptarse a su existencia y continuar con sus funciones de regeneración de los tejidos como sucede en todas las heridas. 


En este punto, la piel luce plana y en la mayoría de los casos, ha dejado de secretar fluidos. La apariencia es muy sana pero el dolor todavía persiste al contacto. 


Todavía no es el momento adecuado para realizar el reemplazo de tu joya; sin embargo; cuando la ansiedad es mucha... la mayor parte de los portadores de un piercing recién hecho, se sienten lo suficientemente bien como para hacer el cambio. Y como saben que yo no lo recomiendo, entonces deciden hacerlo ellos mismos en casa, corriendo el riesgo de que la nueva joya no atraviese por completo el túnel o que exija hacerlo bruscamente; lo que conlleva a que la herida se abra nuevamente y todos los cuidados requeridos vuelvan a empezar desde cero. 


La joya de iniciación cuando no hay inflamación debe quedar muy larga por la longitud del poste. Procura que la parte frontal de tu joya esté apoyada sobre la piel y que el exceso del poste esté al reverso mientras llega el momento de adaptar un poste más ajustado a tu perforación «down size»; así se verá genial.

FASE 3: INTEGRACIÓN.

Esta es la fase final; y si has llegado hasta este punto sin lastimar tu perforación... el anhelado momento de cambiar tu joya de iniciación.


¡Felicitaciones! ya no hay inflamación y tampoco debe haber dolor. A estas alturas ni siquiera notaras que tienes un metal extraño atravesando tu cuerpo.


La piel se ha ido hacia adentro para regenerar el interior del túnel y así permitir la convivencia del tejido con la joya; la apariencia es como si la barra estuviera ejerciendo presión sobre un material suave; «algo así como un palillo enterrado en un masmelo». 


Las células conforman nueva piel que recubrirá el túnel en su totalidad y ésta te permite ahora si ingresar y retirar elementos a tu antojo. Y en caso de que decidas no portar joyas por periodos cortos «días o semanas», esta perforación no se cerrará y podrás volver a usarla cuatas veces quieras. 


Dependiendo del grosor de la zona en donde está tu perforación, los postes de tus nuevas joyas podrán tener longitudes de 6 o 4 milímetros para que su ajuste sea perfecto. También puedes usar ahora si joyas con cuñas de mariposa o de topito de silicona «aunque para serte sincero... no deberías».

Espero que esta información te haya resultado útil y que logres notar a simple vista en cuál fase de recuperación estás. 


Es cierto que ver tus orejas o las zonas donde llevas tus piercings puede resultar un poco difícil, incluso con la ayuda de un espejo; así que una alternativa viable puede ser que pidas el favor a alguien de tomar una foto en donde se pueda ver el orificio que necesitas evaluar. 


Esta foto se debe tomar teniendo el área lo más relajada posible; ya que si estiras la piel o presionas la joya, la apariencia se puede ver afectada. 


Es muy probable que tu piercing esté tomando más tiempo del esperado en curar; y esto puede ser producto de estar intentando sanarlo con la joya equivocada; en cuyo caso, te recomiendo que asistas a un profesional que pueda evaluar tu proceso.

—Hugo: Es que yo no soy capaz de tomarme esa foto y no tengo a quien pedirle el favor. ¿Qué hago?

Bueno, esto puede representar un problema si estás lejos de mi estudio; pero si estás cerca... ¿qué estás esperando? ¡Eres bienvenido! permíteme revisar tu perforación; y si quieres traer tu nueva joya... ¡Adelante! Si todo está bien, te puedes ir estrenando de una vez. ¿No te parece maravilloso?

¡Listo mis valientes! En el siguiente artículo te explicaré por que la joya que eliges para iniciar tus perforaciones tiene una incidencia directa en la facilidad o dificultad que tendrá esta para sanar. «Conoce aquí por qué debes iniciar tus perforaciones con una joya recta»