En el evangelio de hoy descubro dos enseñanzas que Jesús nos propone.
Por un lado, la forma de orar: El discípulo quiere saber cómo tiene que rezar, cómo puede mejorar su oración. Jesús le responde con la oración del Padre nuestro, oración que hoy seguimos rezando todos los días. Nuestros padres, abuelos o catequistas nos lo enseñaron. ¿Hemos pensado que es Jesús mismo quien nos lo enseña a través de ellos?
Por otro lado, la insistencia en la petición: Insiste Jesús en que es necesario Pedir, Buscar y Llamar, porque quien insiste en todo ello finalmente será escuchado. Y cuando Dios nos escucha no puede darnos nada que sea malo para nosotros.