Una visión de conjunto  es tan importante como otra de detalle

Ejemplo básico para determinar edificios potencialmente expuestos a inundaciones y movimientos en masa

Evaluar una metodología requiere aplicarla en situaciones múltiples y diferenciadas, de tal forma que pueda considerarse nuevos puntos de vista o corregir errores. En realidad, cada vez que trabajamos conjuntamente con otros equipos, descubrimos nuevas cosas, es así como vamos mejorando y ampliando las capacidades del sistema de análisis propuesto.

Características generales

El DMQ, al igual que muchas administraciones locales están muy absorbidos por el día a día, de tal forma que en ocasiones se pierde o se carece de una visión más amplia que permita identificar y dimensionar los grandes problemas. Si, una casa puede dañarse por estar cerca de un río pero... ¿cuantas existen potencialmente en una situación parecida? Abordando los problemas desde una óptica exclusivamente unitaria no podemos entender la dimensión que pueden llegar a tener en el contexto del área de estudio y, por tanto, tampoco establecer políticas públicas de mayor recorrido con una adecuada asignación de presupuestos. Es por ello que una de nuestras laboras sea detectar y poner de relieve esta visión global de los problemas, sin por ello descuidar lo que ocurre en el día a día.

Este ejemplo busca mostrar el potencial de la metodología desarrollada para evaluar problemas complejos que afectan al DMQ, mostrando el paso a paso seguido hasta el producto final. En este caso, el ejemplo fue desarrollado en colaboración con los compañeros de la Dirección de Gestión de Riesgos del DMQ, quienes trabajaron de forma activa en el cálculo de los datos dentro del proceso de capacitación que pusimos en marcha a principios de este año. Es importante señalar que este ejercicio fue una primera aproximación general y requiere todavía desarrollos más específicos para afinar los resultados.

El problema

El motivo por el que se planteó este análisis deriva de la cantidad de avisos que llegan al municipio asociados al peligro de daño que pueden sufrir algunas casas por estar muy próximas a las quebradas y ríos. Este problema se ha visto agravado en época reciente debido principalmente a tres grandes factores: la modificación de los parámetros de permeabilidad de las cuencas hidrográficas como consecuencias de la urbanización; el uso de las quebradas y ríos para evacuar parte del agua de las redes de saneamiento, lo que ha dado lugar a que algunas quebradas se hayan convertido en ríos permanentes, incrementado su capacidad erosiva (lateral y vertical); la presencia en superficie de materiales débiles y poco competentes que se ven afectados por los procesos erosivos que generan los cursos de agua, ampliando las dimensiones de los mismos, con retrocesos superiores a 30 m en muchos casos y excavando constantemente el cauce. Esto quiere decir que, edificaciones que antes podían estar alejadas de las vertientes de una quebrada o río, hoy se encuentran muy próximas a él. Para reducir parte del problema, El DMQ tiene previsto grandes obras de inversión hidráulica, pero debido al alto coste que tienen, tardarán todavía años en llevarse a cabo.

Estrategia metodológica

La idea que se propone para presentar este ejemplo es mostrar los pasos seguidos para obtener los resultados preliminares, considerando los siguientes objetivos:

Paso 1, preparando los datos

A partir de la capa del Plan de Uso y Ocupación del Suelo (PUOS) más reciente disponible (se utilizó la última revisión de 2019), localizar los polígonos que hacen referencia al suelo de protección ecológica. Una vez seleccionados, generar una nueva capa independiente donde, a su vez, observamos dos grupos, uno más amplio que hemos denominado aquí áreas naturales (AN) y otro asociado a ríos y quebradas (PQ), que es el que realmente nos interesa. La distribución espacial de un conjunto y otro puede observase en el mapa de la izquierda. Finalmente, esta capa vectorial se rasteriza para generar un archivo con dos valores (1 zonas rojas-AN y 2 azules-PQ). 

Paso 2, primer cruce espacial

Como segundo paso realizamos un análisis RASTER-VECTOR para saber, de forma general, el valor de los indicadores de sistema que se encentran contenidos en cada una de las zonas rasterizadas (AN y PQ). Para ello, el raster de zonas de protección ecológica se usa como UAE. En la imagen inferior podemos ver los resultados obtenidos para ambas zonas de forma global, donde hemos destacado los valores de los indicadores más relevantes. Importante considerar que el raster solo distingue dos zonas, si bien en origen está constituido por una capa vectorial que tiene cientos de polígonos.

Paso 3, nuevo cruce espacial invertido

El tercer paso consiste en un análisis VECTOR-RASTER en el que realizamos una transferencia del valor de la capa UAE (AN y PQ) a la capa de  edificaciones, que ya existe en las carpeta de variables vectoriales de sistema. Con este procedimiento, a cada edificación le será asignado la zona en la que está ubicada (1, 2 o nada si está fuera de las anteriores). Los resultados arrojan 5824 situadas en el interior de la zona 1 (AN, roja) y 5801 en la zona 2 (PQ, azul).

Paso 4, preparando más datos

Solo los polígonos pertenecientes a las zonas de protección de quebradas y ríos (PQ) son convertidos en líneas. Una vez obtenido el archivo shapefile, este se convierte en puntos equidistantes (puntos a lo largo de una línea separados cada 5 metros). A esta capa le añadimos los atributos necesarios para que opere con el formato vectorial

El resultado gráfico se muestra en la imagen de la izquierda, donde, a partir del polígono y luego de la línea, generamos la capa de puntos final. Esta nos servirá para calcular los edificios que se encuentran próximos al límite.

Paso 5, calculando edificaciones próximas

En este caso realizamos un análisis VECTOR-VECTOR por distancia más próxima, combinando la capa de edificaciones con la de puntos que representan los límites de protección de quebrada (PQ). El resultado nos permitirá identificar las edificaciones próximas al límite de área de protección, tanto si están dentro, como fuera.

La distancia de interés se ha fijado en 15 metros entre el centroide de la edificación y el punto más cercano del límite de protección de quebrada. En total (dentro y fuera), se localizaron 15910 edificaciones, de las cuales 3074 estaban situadas dentro (ya estaban contabilizadas en los análisis anteriores) y 12206 en el exterior.

Paso 6, evaluando los resultados

El resultado final puede verse en el mapa inferior, así como los principales datos obtenidos en la tabla de la izquierda.

En relación al mapa, las edificaciones en amarillo están situadas en el interior y las rojas a menos de 15 m del límite exterior. Vemos que el mayor problema está localizado en la zona urbana del DMQ, si bien en la parroquias rurales también vemos zonas conflictivas, aunque con un carácter principalmente de proximidad.

Los datos ya sirven para tener una idea de la dimensión del problema que comentábamos al principio. El número de edificaciones e infraestructura es considerable, por lo que no resulta sencillo aplicar políticas, por ejemplo, de relocalización. 

Este análisis es altamente dependiente de los límites PQ, que requieren una actualización en algunas zonas. En otras, aunque aparecen todavía señaladas como quebradas, hace tiempo que fueron rellenadas. Estos son los aspectos que hay que pulir progresivamente con estudios de mayor detalle.