¿Quién soy?

¡Hola! Soy Mariana Yanina Daus, Licenciada en Enfermería desde hace ya 10 años, formada en Enfermería en Neonatologia (Diplomatura en Seube Facultad de Medicina UBA y Swiss Medical Group) y Pediatría. También me formé en cuidados hospitalarios centrados en el desarrollo infantil. Soy de Argentina.

Trabajé durante 8 años en Terapia Intensiva Neonatal y Centro Obstétrico. Luego me recibí de Especialista en Intervención y Estimulación Temprana (Instituto CEIAC) y trabajé en el Centro de Primera Infancia en Nueva Pompeya y a domicilio.

En mi perfil profesional me oriento a la atención humanizada y a la mirada integral del bebé y su familia. Hago docencia y educación para la salud. Me encanta la comunicación y empoderar familias con info útil y necesaria en etapas importantes de su vida y la de su hijo/a.

Soy Facilitadora en Masaje para bebés con Certificación Internacional otorgada por Blossom & Berry Baby Massage - Reino Unido. Creo profundamente en que el contacto nutritivo es mágico para el desarrollo infantil y la construcción vincular.  

Soy mamá de varones: Genaro y Tomy. 

Soy columnista en la Revista Somos Infancia y docente en la Clínica de la Primera Infancia en la Escuela de formación de la Lic. Alicia Sabó.  Trabajo en el Hospital Italiano de Bs.As. en la Terapia Intermedia Pediátrica.

Actualmente soy doctoranda del Doctorado de Cs. de la Salud en la Universidad Fundación Barceló.


¿Qué me motiva?


La primera infancia es la etapa de la vida más importante y también la más vulnerable, en donde más los adultos tenemos que acompañar y estar presentes desde distintos roles para poder construir un presente y futuro protegido. Es una etapa de caos, pero de satisfacciones también. 


¿Por qué es una etapa vulnerable? 

En los primeros años de vida el cerebro se encuentra influenciado por la genética y el entorno. Así es como, desde que nace, un bebé a medida que crece desarrolla gradualmente sus funciones cognitivas, habilidades, comportamientos y su personalidad influenciado por estas dos dimensiones.

En este sentido es que las experiencias e interacciones que tenga el niño/a son sumamente relevantes: dejan marcas, en el cuerpo – el sentir – y el cerebro. Afectan su construcción, ya que son los primeros cimientos, la base, la estructura de su desarrollo y crecimiento. Una primera infancia con estímulos adecuados y experiencias positivas aumentan el potencial de este niño/a, dejan una huella y sientan una base positiva en su desarrollo integral (físico, cognitivo, lenguaje, emocional y social). Si su experiencia es negativa, el entorno es violento, sufre necesidades, abusos, amenazas, desnutrición física y emocional, se pone en riesgo este desarrollo integral.  Esto es más relevante cuando los niños sufren estrés continuo, como en la pobreza, enfermedad o violencia, ya que su desarrollo puede ser más vulnerable.

Pero es una ventana de oportunidades: la capacidad de adaptación y la facilidad para el aprendizaje que tiene el cerebro de los bebés/niños en los primeros años de vida abre una ventana de oportunidades para poder intervenir tempranamente, y ayudarlos a potenciar su desarrollo esperado. 


Espero disfruten este espacio tanto como yo.

¡Gracias por ser parte!