El principio de Pascal es una ley o un enunciado que fue elaborado por el físico y matemático de origen francés Blas Pascal y que nos dice que el aumento de la presión que se aplica a una superficie que tiene un fluido incomprensible que está contenido en un recipiente indeformable, se transmite con igual valor a cada una de las partes que tenga el recipiente.
Este principio consiste en la explicación que se hace de cómo la presión que ejerce un fluido que se encuentra en equilibrio y que no puede comprimirse, alojado en un recipiente en el cual las paredes no se deforman, se transmite con la misma intensidad en todos los puntos de dicho fluido sin importar la dirección.
La fórmula para aplicar el principio de Pascal es la siguiente:
p = p_0 + rho g h.
En donde:
p es la presión total a la profundidad
h es la medida en Pascales
p_0 es la presión sobre la superficie libre del fluido
rho es la densidad del fluido
g es la aceleración de la gravedad.
El principio de Pascal se puede utilizar en trabajos que necesitan de un gran esfuerzo pero que al mismo tiempo deben ser realizados aplicando una fuerza pequeña, por ejemplo: