Pareciera un asunto obvio para una persona que le haya dedicado un tiempo pertinente al planteamiento y desarrollo de la programación entera, pero siempre es importante destacar cómo es que esta rama de la investigación de operaciones tiene una relación directa con el trabajo de un matemático aplicado.
El matemático aplicado, a mi entender debe de ser una persona que debería de poder resolver cualquier complicación que se le presente por medio de un análisis matemático y la aplicación de sus conocimientos, no quedándose únicamente en una superficie teórica, adecuando modelos a un enfoque más realista.
Esto se ve perfectamente ilustrado en la programación entera, es fácil cuando uno ya se comienza a adentrar en el mundo de las matemáticas olvidar cosas tan básicas como que no todos los elementos del día a día pueden ser representados de manera continua, cosas como la cantidad de personas no se pueden cuantificar de manera racional, es necesario darle un enfoque más “Entero” y así como existe esto existen una infinidad de cosas y elementos que necesitan este enfoque.
La programación entera nos permite dar otro enfoque a este tipo de elementos y en su defecto generar y aprender nuevos métodos para darle una solución a este tipo de problemas particulares, además de comprender en qué casos debemos y no debemos de utilizarlos.
Para el matemático aplicado es de vital importancia fortalecerse en el uso de estas “herramientas”, como lo es en este caso la programación entera y poder cumplir con su función de convertir la realidad a lenguaje numérico.