Zhou Zimo había escondido muchas cosas en su vida.

Una de ellas era que tenía una seria tendencia al sadismo.

No fue hasta la primera vez que tuvieron relaciones sexuales después de mudarse juntos que Xiang Wenhao se horrorizó al descubrir este secreto.

Pero hay otra cosa que nunca sabrá.

Zhou Zimo tenía un hermano gemelo llamado Zhou Ziheng.

Zhou Ziheng era el personal de accesorios y maquillaje del teatro municipal.

Los hermanos Zhou habían perdido a sus padres en la infancia.

Vivían en un círculo muy estrecho y básicamente no tenían amigos. Hasta la edad adulta, vivieron juntos en un apartamento.

Por lo general, incluso si se encontraban en la sala de estar, los dos siempre se trataban como extraños.

Eran igualmente hermosos, igualmente sombríos e igualmente silenciosos.

Ambos también tenían secretos escondidos.

Este alto grado de similitud, combinado con una relación sanguínea inmutable, creó un estilo de vida retorcido.

Ambos estaban muy conscientes de la existencia del otro.

Pero ignoraban resueltamente la existencia del otro.

Zhou Ziheng es un noctámbulo.

Su trabajo se concentra principalmente por la noche y es temprano en la mañana cuando llega a casa.

A menudo en este momento, Zhou Zimo ya estaba dormido. Su puerta cerrada y silenciosa.

Zhou Ziheng se sentó en el sofá y encendió la televisión.

Pero se sentó en algo duro.

Lo tomó y miró. Era la cartera de Zhou Zimo.

La cartera estaba abultada y dentro había una pila desordenada de dinero.

Un pedazo de papel sorprendentemente blanco sobresalía de una esquina de ella.

Zhou Ziheng sacó el pedazo de papel y descubrió que era una foto.

En la foto, un hombre alto y guapo de pelo corto abrazaba a Zhou Zimo, sonriendo brillantemente bajo el sol.

Prolijamente escrito en pluma estilográfica negra en el reverso de la foto:

"Hao, mi amor".

Zhou Ziheng miró la foto sin mover un músculo.

Los ruidos y charlas provenientes de la televisión eran muy molestos.

Después de mucho tiempo, sacó una cámara digital de su habitación y le tomó una foto.

Zhou Zimo nunca le dijo a Zhou Ziheng que tenía novio no hace mucho.

Y Zhou Ziheng nunca le dijo a Zhou Zimo que a veces los seguía durante el día.

Los siguió y condujo a mitad de camino a través de la ciudad y se enteró de que Xiang Wenhao vivía en un apartamento de lujo en algún lugar del lado este de la ciudad.

Los vio entrar en la cafetería, en el cine y en el restaurante temático.

Los vio tomados de la mano, abrazándose y besándose.

Tres meses después, Zhou Zimo empacó silenciosamente sus cosas y se mudó al apartamento de Xiang Wenhao en el otro extremo de la ciudad.

La noche que Xiang Wenhao mató a Zhou Zimo, Zhou Ziheng estaba sentado solo en la sala de estar, masturbándose con la foto reproducida.

La foto se amplificó varias veces y fue levemente modificada con Photoshop para borrar a Zhou Zimo, que estaba acurrucado en los brazos de Xiang Wenhao.

La foto estaba directamente delante de él.

Una corriente de semen blanco se salpicó en la cara y el cuerpo del hombre en la foto, cubriendo su pelo corto negro y su sonrisa brillante.

En el dispositivo a su lado, se podía escuchar una conversación entre dos hombres.

La voz de uno de los hombres era clara y profunda, suave y muy encantadora.

En medio del sonido de rebusca, dijo:

"Hao, probemos algo nuevo hoy".

Pero después de un golpe llegó un silencio interminable.

Zhou Ziheng esperó mucho tiempo y descubrió que no podía escuchar los gemidos y gritos reprimidos que usualmente escuchaba del hombre.

Frunció el ceño, apagó el dispositivo y continuó masturbándose con la foto.

Después de haber eyaculado tres veces seguidas, limpió cuidadosamente la foto y entró en el baño para ducharse.

A las dos de la mañana, tomó una decisión.

Sacó una pequeña pistola con un silenciador de la caja fuerte, cerró la puerta con llave, bajó las escaleras, arrancó el automóvil y condujo hacia el este de la ciudad.